Los presidentes de Bolivia y Argentina,
Luis Arce y Alberto Fernández, enfatizaron sus críticas a la
Organización de Estados Americanos (OEA) y a su secretario general, Luis Almagro, sumándose a los llamados que han hecho otras figuras regionales por una reestructuración del organismo.
En el marco de la conmemoración del segundo aniversario del Grupo de Puebla el viernes, los mandatarios reiteraron la necesidad de que Almagro abandone su cargo debido a que -según detallaron- no tiene la capacidad de mediador ni facilitador de la democracia.
En esa línea, Fernández señaló que los años del Gobierno de Donald Trump (2017-2021) en Estados Unidos "hicieron que la OEA no fuera un lugar de encuentro para América Latina" y se convirtiera en
una suerte de escuadrón de gendarmería americana para avanzar sobre los gobiernos populares en América Latina".
El Presidente argentino agregó que el accionar de la OEA en Bolivia "necesariamente tiene que ser investigado y tiene que ser juzgado", respecto de irregularidades denunciadas en las elecciones presidenciales celebradas en 2019.
"La OEA tal como está no sirve. El primero que tiene que hacer mea culpa es el señor (Luis) Almagro por la cantidad de cosas que ha hecho", señaló Fernández y agregó que "también la institucionalidad de EE.UU. por haber propuesto y sostenido a un hombre como Almagro".
"Solo nos desencontramos en ese ámbito", insistió y recordó que trabaja para que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) "sea el lugar de reemplazo".
Grupo de Puebla
Tanto Alberto Fernández como Luis Arce participaron el viernes en el encuentro telemático del Grupo de Puebla, en que se conmemoraron los dos años de existencia del grupo fundado y dirigido por el chileno Marco Enríquez-Ominami. La actividad también contó con la participación de casi 100 líderes iberoamericanos, entre presidentes, ex mandararios, ex cancilleres, y académicos.
En la cita, el ex presidente de Colombia Ernesto Samper realizó un balance de las iniciativas de la organización -que agrupa a representantes de 16 países- durante estos dos años, mientras que el ex ministro de Brasil y también fundador de la organización, Aloizio Mercadante, estuvo a cargo de la síntesis de las intervenciones de la jornada.
"Por todo lo que vemos y la información que recorre nuestra América Latina, q
ueda claro que tenemos que mostrar más unidad, que tenemos que trabajar más mancomunada, colectiva y coordinadamente. El pueblo de cada uno de nuestros países tiene todo el derecho de conocer lo que está pasando en nuestra Latinoamérica, por eso llamamos a un trabajo unificado y el Grupo de Puebla se transforma en un elemento fundamental para esa coordinación", aseguró Luis Arce.
Alberto Fernández, en tanto, destacó la importancia del Grupo de Puebla para la integración de la región, argumentando que "si nosotros lográramos la unidad, todo sería más fácil".
"Tengo la certeza que la deuda va a ser un problema en todo el mundo, y también en América Latina, y deberíamos estar reunidos para negociar mejor con nuestros acreedores, para tener más fortaleza, para obtener mejores condiciones. En la división todos perdemos, hay sociedades en América Latina que padecen bloqueos económicos en plena pandemia, y el bloqueo es intolerable, porque no se bloquea un gobierno, se bloquea una sociedad, no se condena a un gobierno, se condena a una comunidad que vive en ese territorio", insistió el jefe de Estado argentino.
El Grupo de Puebla propuso un Manifiesto Progresista, que consta de 33 medidas e iniciativas nacionales y multilaterales para enfrentar, de forma conjunta, el renacimiento de los pueblos de la región en un sistema solidario de desarrollo.
