Seis cambios en su Gabinete son los que realizó anoche el Presidente de Argentina,
Alberto Fernández. Esto, en medio de la crisis que vive su Gobierno tras la derrota en las primarias de la semana pasada, y que se agravó con la dura carta de la vicepresidenta Cristina Fernández.
Tras estos anuncios, en el país trasandino analizan lo sucedido como un "
triunfo" para la "señora K".
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Cristina avanza sobre el gabinete: Manzur reemplaza a Cafiero, Aníbal Fernández va a Seguridad y sigue De Pedro", señala el prestigioso periódico La Nación.
"La salida que encontró Alberto Fernández a la arrolladora crisis política que se desató con Cristina Kirchner fue
una reformulación de parte de su gabinete que hizo lugar a las principales exigencias que había hecho la vicepresidenta. Además, el nuevo diseño del equipo incluyó recambios en áreas que, a los ojos de Fernández, tenían problemas de gestión o necesitaban una oxigenación", añaden.
En otra publicación del mismo medio apuntan que "
enfurecida con los resultados de su experimento, Cristina le exigió ahora a Alberto Fernández que obedezca el pacto privado que lo depositó en la Casa Rosada. Le recordó que fue ella y solo ella quien lo puso
al frente de la fórmula. 'Le pido que honre aquella decisión', escribió, dos años después, al final de un texto de 1782 palabras cargado de críticas feroces y reproches personales. Claro y sin doble lectura: yo te elegí, yo mando".
Además, aseguran que "
el fiasco electoral del domingo agotó la paciencia de la vicepresidenta, que vio la hora de señalar un culpable y despegarse de la derrota con un fogonazo de indignación. Su Cámpora particular no le hacía caso. Y entonces decidió emplazarlo en público, por escrito, a que cumpla la letra chica del contrato. En 24 horas consiguió un cambio de nombres.
Se van Nicolás Trotta y Sabina Frederic. Santiago Cafiero deja la Jefatura de Gabinete con el premio consuelo de la Cancillería. Wado de Pedro sobrevive pese a haber jaqueado al Presidente con las renuncias coordinadas del miércoles. Martín Guzmán tiene una vida más.
"Cristina
puede alardear que se impuso de manera fulminante. Aunque de semejante rabieta solo pueda emerger un gobierno débil, emparchado, limitado para resolver los problemas que lo llevaron hasta acá".