
Kim Yo Jong reunida con el Presidente del Corea del Sur en 2018. | APEn medio del congelamiento de la diplomacia nuclear entre Pyongyang y Washington, Kim Yo-jong sorprendió a Corea del Sur en junio del año pasado cuando ordenó la destrucción de una oficina de enlace vacía construida por los surcoreanos dentro del territorio norcoreano. Semanas después, dijo que Corea del Norte no reconectaría con Washington, si los estadounidenses no tomaban "pasos irreversibles" para abandonar una política que calificó de hostil, refiriéndose principalmente a las sanciones económicas y los ejercicios militares que realizan con Corea del Sur.
El Norte ha mantenido su posición hasta ahora, rechazando la oferta del gobierno de Joe Biden de retomar las conversaciones sin condiciones previas.
Recientemente, sin embargo, Kim nuevamente ha tomado un papel central, emitiendo dos comunicados distintos en que ofrecía conversaciones con Corea del Sur bajo ciertas condiciones. Al mismo tiempo, su país realizó la primera prueba -de la que se tenga conocimiento- de un misil en seis meses.
Esta semana, fue nombrada miembro de la Comisión de Asuntos de Estado, un órgano de decisiones de alto nivel que lidera su hermano, Kim Jong Un.
"El ascenso de Kim Yo-jong probablemente refleja la evaluación de su hermano, de que ella está efectivamente desarrollando su rol como vocera internacional del régimen", dice Leif-Eric Easley, profesor en la Universidad Ewha de Seúl.
Kim Yo-jong junto a su hermano en una imagen de 2018. | APKim Yo-jong, quien se cree tiene poco más de 30 años, sufrió algunos traspiés en enero, cuando perdió su posición como miembro alternativo del poderoso Politburo del gobernante Partido de los Trabajadores, y fue degradada al puesto de "vicedirectora de departamento" del partido, dejando atrás su cargo de "primera vicedirectora de departamento". Expertos especularon que Kim Jong-un la responsabilizó de algunos fracasos políticos y además estaba preocupado de su rápido ascenso.
El ingreso de Kim Yo-jong a la comisión, una oficina del Poder Ejecutivo que su hermanó creó en 2016 luego de pasar años consolidando su poder, podría solidificar su posición política. La agencia de espionaje surcoreana la ha descrito como la "número dos de Corea del Norte".
"Su inclusión en la Comisión de Asuntos de Estado le prestará mayor peso oficial a sus declaraciones, ya que ahora estará hablando como una autoridad de política exterior, puesta en el cargo para negociar con Washington y Seúl", dice Hong Ming, analista en Seúl del Instituto de Corea para la Unificación Nacional.
En una reorganización anunciada el jueves, el primer ministro de Relaciones Exteriores, Choe Sun-hui, un diplomático veterano que ha estado profundamente involucrado en la diplomacia nuclear con Estados Unidos, fue excluido de la comisión. Eso muestra que Kim Yo-jong tiene el total apoyo de su hermano para asumir un rol más decisivo para manejar las relaciones con Seúl y Washington, asegura Hong.
En su nuevo trabajo, Kim Yo-jong probablemente lidere en el futuro delegaciones para conversar con Seúl o Washington, dice Kim Yeol-soo, un experto en el Instituto Coreano para Asuntos Militares de Corea del Sur.
Analistas dicen que también podría ser enviada especial a Washington, jugando un rol similar al de la principal autoridad de inteligencia de su hermano, quien en 2018 ayudó a coordinar la cumbre con el entonces Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En 2018, ella se convirtió en la primera integrante de la dinastía Kim en viajar a Corea del Sur desde la Guerra de Corea (1950-1953), asistiendo a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno y reuniéndose con el Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, para llevarle el mensaje del deseo de su hermano de que ambos se reuniesen.
Un desfile militar norcoreano en 2017. | APAnalistas dicen que Corea del Norte está reviviendo una estrategia conocida, combinando pruebas de misiles y aperturas a conversaciones de paz, para así ganar concesiones por parte del gobierno de Biden, quien no ha mostrado ninguna disposición a aliviar las sanciones, hasta que Pyongyang avance hacia su desnuclearización.
Desde el 11 de septiembre, Corea del Norte ha probado nuevos misiles de crucero que potencialmente podrían portar ojivas nucleares, ha lanzado misiles balísticos desde un tren y también un misil hipersónico que aún se encuentra en desarrollo. El viernes, el Norte dijo que testeó un nuevo misil antiaéreo, que algunos expertos dicen que se da como respuesta a la adquisición por parte de Corea del Sur de avanzados jets de combate estadounidenses.
Al tiempo en que ofrece retomar conversaciones, incluyendo una cumbre intercoreana y la reconstrucción de la oficina de enlace que fue destruida, Kim Yo Jong dijo que Corea del Sur primero debe abandonar su "doble estándar de negociación" y sus "políticas hostiles". Algunos observadores dicen que lo que busca es que Corea del Sur persuada a Washington a relajar las sanciones. Además quiere que Corea del Sur deje de criticar el desarrollo de armas norcoreanas, como parte de sus esfuerzos por ser reconocidos internacionalmente como un poder nuclear.
Corea del Norte ha mantenido por más de tres años su suspensión de pruebas de bombas nucleares y misiles de largo alcance que podrían llegar a territorio estadounidense, indicando que quiere mantener vivas sus opciones diplomáticas con Washington.