
Fumio Kishida, primer ministro de Japón y lider del PLD | AFPUnos 105,6 millones de japoneses están llamados a las urnas el próximo día 31 para elegir a los ocupantes de los 465 escaños que componen la cámara baja de la Dieta (Parlamento nacional), el órgano legislativo más poderoso del país.
De esos asientos, 289 se asignan a los candidatos más votados en cada distrito electoral y 176 se deciden por representación proporcional en once bloques regionales. Así, cada votante marca a dos candidatos en sus papeletas: uno para su elegido en la representación por distrito y otro para la regional.
La formación o coalición que obtenga mayoría parlamentaria investirá a su candidato -debe ser el líder del partido más votado- como primer ministro en una sesión extraordinaria que se convocará tras las elecciones.
A la izquierda Edano y a la derecha Kishida | ReutersEl PLD del citado Kishida espera repetir su mayoría junto al Komeito, un partido de centro-derecha vinculado a la influyente organización budista Soka Gakkai, y que se caracteriza por su pacifismo y sus políticas sociales.
Aunque el partido gobernante ha estado en el poder de forma casi ininterrumpida durante las seis últimas décadas, hasta el triunfo de Abe en 2012 lo más habitual era que los primeros ministros duraran en torno a un año en el poder, como el propio Suga.
La principal fuerza de la oposición es el progresista Partido Constitucional Democrático de Japón (PCDJ), encabezado por Yukio Edano, que concurre en bloque junto a otras cuatro fuerzas entre las cuales la más importante es el Partido Comunista de Japón.
Aspiran, además, a aumentar su representación parlamentaria otros dos nuevos partidos que parten como independientes de los dos principales ejes, el liberal Reiwa Shinsengumi, liderado por el actor convertido en político Taro Yamamoto, y el nacionalista Partido de la Innovación.
ReutersEn un momento en que Japón atraviesa cifras mínimas de contagios de coronavirus, con casi todas las restricciones ya levantadas y un 71 % de la población plenamente vacunada, la recuperación pospandemia acapara la mayor parte de los programas electorales.
El PLD propone generalizar el uso de antivirales orales antes de fin de año, ofrecer ayudas económicas a los colectivos más desfavorecidos y revisar la ley para permitir medidas más firmes ante eventuales repuntes del virus, como el confinamiento obligatorio de la población, actualmente no contemplado por el marco normativo.
Kishida también ha prometido un nuevo paquete de estímulos económicos de "decenas de billones de yenes" (decenas de miles de millones de euros) dirigido a encauzar la recuperación económica, y afirma que perseguirá mejor distribución de la riqueza con reformas fiscales.
El PCDJ propone, por su parte, medidas concretas como las bonificaciones a trabajadores sanitarios y cuidadores de ancianos por su esfuerzo extra durante la pandemia o repartir 120.000 yenes (unos 910 euros) cada año a los hogares con menores rentas.
La entrega de cantidades concretas de dinero a los ciudadanos es un punto recurrente en los programas electorales, y otras formaciones como el Partido Comunista y el Partido Democrático Popular anuncian que otorgarían entre 100.000 y 200.000 yenes (760 y 1.500 euros) a todos los ciudadanos.
En materia energética, el PLD aspira a lograr las emisiones neutras de CO2 en 2050 reactivando las centrales nucleares del país e incrementando el uso de las renovables, mientras que otros partidos progresistas quieren abandonar por completo la energía atómica y los combustibles fósiles.