AP
La Fiscalía de Ecuador elevó este sábado a 68 el número de muertos en un nuevo amotinamiento en una cárcel del puerto ecuatoriano de Guayaquil, donde en septiembre se dio una de las peores masacres carcelarias de Latinoamérica con 119 muertos.
"Según información preliminar, alrededor de 68 privados de libertad fueron asesinados y otros 25, heridos", escribió la Fiscalía en Twitter.
Entre viernes y sábado los internos se trenzaron en una pelea con armas de fuego y explosivos, pese al estado de emergencia que rige en las sobrepobladas cárceles de Ecuador, donde este año han sucedido las peores masacres en la historia penitenciaria de América Latina.
Los nuevos choques estallaron cuando uno de los grupos invadió un pabellón para dar muerte a miembros del bando contrario.
Fueron "cruces de bala muy intensos" cerca de las puertas de la penitenciaría, una "situación de salvajismo", describió Pablo Arosemena, gobernador de Guayas, en cuya jurisdicción está Guayaquil (suroeste).
"Este es un llamado de atención a las instituciones del Estado ecuatoriano, en especial a la Corte Constitucional. Necesitamos herramientas constitucionales idóneas para proteger a la población, recobrar el orden en las cárceles y luchar contra las mafias que se lucran del caos", escribió el presidente Guillermo Lasso en su cuenta de Twitter.
El primer "derecho que debemos garantizar es el derecho a la vida y la libertad ciudadana, lo cual no es posible si la fuerza pública no puede actuar para proteger. Expreso mis más sinceras condolencias a las familias que perdieron seres queridos. ¡Que Dios bendiga al Ecuador!", indicó el mandatario en Twitter.