El periodista estadounidense
Danny Fenster, detenido en Myanmar desde mayo, aseguró que
luchó por mantener la cordura y temió que su situación no fuera a acabar nunca.
El reportero de 37 años, con aspecto demacrado, aseguró qu
e no hubo razón alguna para su arresto. Fue indultado, liberado y expulsado de Myanmar el lunes, en vísperas de un juicio en el que corría peligro de ser condenado a cadena perpetua.
"Fui detenido y mantenido en cautiverio sin ninguna razón (...) pero
físicamente estaba sano. No sufrí hambre ni golpes", dijo Fenster a la prensa tras llegar a la capital qatarí, Doha.
"Me siento bien físicamente", añadió el reportero. Su mayor preocupación, relató, fue "mantener la cordura durante todo esto".
"Conforme más se alargaba, más temía que esto no acabara nunca, así que
mi principal preocupación era mantenerme cuerdo", agregó.