El presidente de Honduras Juan Orlando Hernández sufragó y aseguró que "la seguridad no se puede descuidar ni un segundo".
Reuters
En medio de un clima de violencia y preocupación internacional por las elecciones en Honduras de este domingo, el presidente de ese país, Juan Orlando Hernández, emitió su voto por última vez en su periodo y dijo estar "contento" por la "tranquilidad que está prevaleciendo" en las votaciones.
En los comicios del país centroamericano se renovará al presidente, diputados, alcaldes y otros cargos locales, y están convocados cerca de 5,1 millones de ciudadanos a las urnas.
Según las encuestas en ese país, los sucesores más probables de Hernández podrían ser
Nasry Asfura, alcalde de Tegucigalpa, que es del mismo Partido Nacional que el actual Mandatario; o la opositora del partido de izquierda Libre,
Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, derrocado en 2009.
En ese contexto, Hernández aseguró que está "optimista" con el proceso electoral, en el que se han registrado incidentes menores, y recordó algunas de las obras ejecutadas durante su administración, cuyo primer mandato, de cuatro años, lo inició el 27 de enero de 2014.
Hernández señaló que cuando asumió el poder, Honduras "era el país más violento de la tierra", pero que "ya no lo somos", y que la reducción de la violencia ha obedecido al esfuerzo de su administración invirtiendo en seguridad.
"La seguridad no se puede descuidar ni un segundo", recalcó Hernández, quien llegó al poder bajo la bandera del centenario y conservador Partido Nacional de Honduras.
El llamado de Michelle Bachelet
Esta semana, la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, manifestó preocupación por el escenario en Honduras y dio cuenta de las cifras de la violencia en ese país: su oficina recibió denuncias de 63 casos de violencia política -que incluyen 29 asesinatos-, 14 ataques, doce agresiones y siete casos de amenazas y secuestros.
"La violencia política ya ha alcanzado niveles inquietantes. Condeno todos los actos de violencia y llamo a los actores involucrados a compartir sus opiniones y preocupaciones de manera pacífica. La violencia no es, y nunca debería ser, la respuesta", recalcó Bachelet el martes.
