En 2016, el
Papa Francisco hizo historia en
Grecia. En medio de una más que latente crisis migratoria, el Pontífice visitó la isla de
Lesbos, donde se ubica uno de los campos de refugiados más grandes del mundo. Fue en ese lugar cuando el máximo líder católico acogió a 12 personas de nacionalidad siria y se las llevó en su regreso a Roma.
Cinco años después, el Papa argentino volverá este domingo a Lesbos, lo que también marca un hito: por primera vez en los más de ocho años de pontificado y después de 55 viajes, Francisco repetirá un destino. Será este campamento que para muchos refugiados -sobre todo afganos- marca la puerta de entrada a Europa en busca de un mejor destino.
Tras pasar por Chipre, el religioso llegará a esta isla griega con la idea de enfatizar su mensaje principal en esta nueva gira:
hacer un llamado de atención ante la situación de los refugiados. Ya en suelo chipriota acogió a un grupo de refugiados con los que volverá a Roma, por lo que se espera que este domingo haga lo mismo.
Lesbos es una de las cinco islas griegas -junto con Samos, Quíos, Leros y Kos- que han acogido refugiados. De acuerdo con los datos proporcionados por los Centros de Recepción e Identificación, actualmente hay más de 9.600 personas en estos campamentos que están en búsqueda de una solución.
Según informa Médicos Sin Fronteras (MSF), que brinda atención en salud mental a niños y adultos, además de servicios de salud sexual y reproductiva a mujeres refugiadas, el número de personas que han llegado a Lesbos bajó en 2021 respecto de años anteriores, "las condiciones de vida siguen siendo indignas y en gran medida inadecuadas en los campos de recepción".
Para esta ONG, "los pacientes continúan reportando cómo la situación del limbo en la isla, los procesos de asilo arbitrarios y acelerados, el miedo a la deportación y las precarias condiciones de vida contribuyen al deterioro de su salud, tanto física como mental".
Qué está pasando ahora
En marzo de 2016, la Unión Europea y Turquía firmaron un acuerdo que compensa económicamente a este último país por evitar que personas lleguen a las costas europeas y a la vez acepte a los deportados de los campos de refugiados ubicados en Grecia. Desde entonces han pasado más de 180.000 personas por las islas griegas y, de acuerdo con MSF, "en este periodo han muerto o desaparecido 847 personas y han tenido lugar 12 incendios en Lesbos y Samos que han provocado heridos, muertes y desplazamientos".
Actualmente, en el campamento de Mavrovouni, en Lesbos, viven alrededor de 2.000 personas. De ellas, la mayoría proviene de Afganistán (72%), Somalia (9%) y la República Democrática del Congo (5%). Las mujeres representan el 21% de la población y los niños el 31%, de los cuales casi 1 de cada 4 son menores de 12 años. Los hombres adultos representan el 47%.
847personas han muerto en los campos de refugiados en Grecia desde 2016
"Con la reducción del hacinamiento, las condiciones de vida son más llevaderas que en el pasado en el centro de Mavrovouni. A pesar de eso, las personas están expuestas a condiciones de vida indignas: todavía viven en tiendas de campaña y contenedores, el acceso al agua y a los alimentos es básico y las instalaciones de saneamiento o la gestión de desechos siguen siendo inadecuadas", comenta MSF.
De acuerdo con la agrupación, la preocupación principal ahora pasa por la llegada del invierno al hemisferio norte, "y con un centro de recepción muy expuesto al viento y al mar", por lo que "es probable que las condiciones de vida tengan un impacto negativo en la salud médica y mental de las personas".
En el último tiempo, además, han aumentado los sistemas de seguridad y control en los campos griegos de refugiados, lo que según MSF "ha primado sobre el respeto a la dignidad, protección y la salud de las personas que buscan asilo".
Es por eso que el llamado de la organización es a la Comisión Europea y Grecia, para que "implementen políticas que se centren en proteger y ayudar a las personas refugiadas y solicitantes de asilo en lugar de disuadir, detener y deportar a quienes buscan seguridad en Europa".
