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Boris Johnson reimpone restricciones por el covid-19 en medio de escándalo por supuesta fiesta ilegal

El Premier británico explicó que desde este viernes las mascarillas volverán a ser obligatorias en todos los lugares interiores y el lunes se volverá al teletrabajo. Todo esto, mientras su popularidad y credibilidad van a la baja.

09 de Diciembre de 2021 | 10:33 | AFP/EFE/Editado por Ramón Jara A., Emol
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AFP
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el miércoles nuevas restricciones contra la variante Ómicron del coronavirus, al tiempo que intentaba capear la indignación general por una fiesta de Navidad supuestamente celebrada en Downing Street cuando estaba prohibido por el covid-19.

Este viernes las mascarillas volverán a ser obligatorias en todos los lugares interiores. El lunes se volverá al teletrabajo. También se impondrán pasaportes sanitarios para acceder a lugares como los clubes nocturnos.

Con 568 casos identificados en el país, y una cifra real "seguramente mucho mayor", "cada vez está más claro que el Ómicron se propaga mucho más rápido" que variantes anteriores, explicó Johnson.

El primer ministro recordó que el incremento tanto de nuevos positivos como de hospitalizaciones que se está viviendo en Sudáfrica -primer país donde se identificó la nueva variante- se está reproduciendo de manera similar en el Reino Unido, por lo que "lo responsable ahora es ir al plan B para ganar tiempo".

Ese "plan B" contempla, detalló, regresar al teletrabajo a partir del lunes y obligar al porte de mascarillas a partir del viernes en lugares públicos como teatros o cines, aunque no por el momento en pubs y restaurantes.

El pasaporte de vacunación o una prueba negativa de antígenos se exigirán para acceder a clubes nocturnos y espacios de gran capacidad como locales cerrados con más de 500 personas de pie o cualquier recinto (interior o al aire libre) que albergue a más de 10.000 personas.

Para decidir sobre la continuación de estas medidas, el Gobierno evaluará la eficacia de la dosis de refuerzo de las vacunas contra Ómicron, la gravedad de la enfermedad que esta variante produce y su velocidad de transmisión, así como las tasas de hospitalización.

Johnson descartó adelantar el final de las clases en los colegios antes de las vacaciones de Navidad o pedir a la gente que no se reúna en las fiestas prenavideñas, aunque instó a todo el mundo a "ejercer la prudencia".

Polémica

En la rueda de prensa donde informó las nuevas medidas, Boris Johnson también tuvo que defender la credibilidad de su gobierno, acusado de haber violado las reglas anticovid la navidad pasada.

La polémica no deja de crecer desde hace más de una semana y puso al primer ministro en aprietos: un sondeo de SavantaComRes mostró que el 54% de encuestados consideró que debía dimitir.

En un intento por calmar los ánimos, el líder conservador anunció en la Cámara de los Comunes haber "pedido al secretario del gabinete que investigue" si miembros de su plantilla se saltaron las normas.

De ser así "habrá consecuencias", prometió, al tiempo que dijo "entender y compartir la ira de todo el país" y aseguró estar "furioso" por un video filtrado a la prensa en el que su ex vocera Allegra Stratton y otros colaboradores bromean sobre la supuesta fiesta ilegal, una "ofensa" por la que Johnson ofreció disculpas "sin reservas".

Stratton, una reputada ex periodista de 41 años que en octubre de 2020 fue elegida para convertirse en la cara de la comunicación gubernamental dirigiendo diariamente ruedas de prensa televisadas al estilo de la Casa Blanca, fue la primera víctima del escándalo.

Entre sollozos en la puerta de su casa, esta estrecha colaboradora de Johnson casada con el jefe de Política de la revista conservadora The Spectator, de la que el primer ministro -también periodista- fue redactor jefe, anunció su dimisión ante las cámaras de televisión.

Queso, vino y risas

La polémica gira en torno a una supuesta reunión nocturna celebrada el 18 de diciembre de 2020, en la que según la prensa participaron hasta 50 miembros de la oficina de Johnson, con comida, bebida y juegos.

También se habla de otro encuentro, una fiesta de despedida en la que el propio Johnson habría dado un discurso, pero a la que el primer ministro no quiso referirse.

En los últimos días negó que se hubiesen infringido las reglas que por aquel entonces prohibían todo encuentro social en interiores. Pero el video, divulgado el martes por la noche por el canal privado ITV y visto por millones de personas, pareció contradecir esta versión.

En él Stratton, el asesor especial Ed Oldfied y otros consejeros se preparaban el 22 de diciembre para preguntas comprometedoras, en un ensayo de las nuevas ruedas de prensa que al final nunca vieron la luz.

No había periodistas y Stratton -que después se convirtió en vocera de la COP26 y asesora especial- respondía a una pregunta de Oldfied sobre una supuesta fiesta de Navidad en Downing Street el viernes anterior.

"Esta fiesta imaginaria era una reunión de negocios" con "queso y vino" y "sin distancias sociales", bromea.

"¿Aprobaría el primer ministro una fiesta de Navidad?", plantea Oldfied, a lo que Stratton reacciona confundida y jocosa.
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