En una decisión de última hora, el Papa Francisco, de 85 años, no presidió los tradicionales oficios litúrgicos del Te Deum en acción de gracias por el año que termina, aunque estuvo presente durante la celebración en la basílica de San Pedro.
El Sumo Pontífice llegó a pie hasta el altar de la confesión en la Basílica de San Pedro y siguió casi toda la celebración sentado en un banco. A pesar de eso, pronunció la homilía.
Hasta el momento, la oficina de prensa del Vaticano no ha detallado la causa de esta
decisión de última hora.
Esta es la segunda vez consecutiva que Francisco no preside la misa de fin de año. En 2020, a causa de una fuerte ciática, Francisco no pudo celebrar el tradicional evento ni tampoco la primera celebración del 2021.
La pandemia cobró gran importancia en el servicio, con un límite de varios cientos en el número de personas permitidas en la Basílica de San Pedro para el tradicional servicio de acción de gracias de fin de año conocido como el "Te Deum".
El covid-19 también obligó al Papa a cancelar su tradicional visita al belén en la Plaza de San Pedro. El Vaticano anunció ese cambio el jueves, diciendo que era para evitar que se reuniera una multitud.
En su homilía, Francisco dijo que la pandemia había hecho que muchos se sintieran perdidos y que en algunos casos se había extendido "una tentación de enfocarse cada uno en sí mismo. Pero nos levantamos de nuevo con un sentido de responsabilidad", señaló.
