SANTIAGO.- Dos hombres pasaron mirando los vehículos estacionados afuera de la Brigada de Investigación Criminal de la Policía de Investigaciones en Ñuñoa, la noche del pasado 13 de febrero. De pronto, estos desaparecieron y, al cabo de un rato, fueron hallados dentro del auto de una funcionaria de la unidad.
La alarma no sonó, pero no debieron desactivarla ni tampoco tuvieron que forzar las cerraduras. No utilizaron los métodos más comunes para sustraer los vehículos: tenían en su poder un pequeño control remoto, similar al de la mayoría de los automóviles, con el que abrieron las puertas.
Así, según consigna
"El Mercurio", la PDI detectó otro caso en que los delincuentes emplean una nueva técnica para vulnerar los vehículos: el aparato había inhibido la seguridad electrónica del auto.
Cuando un conductor abre o cierra su auto con el control de la alarma, los delincuentes interceptan la señal con una máquina parecida a un walkie-talkie . Luego, esta envía la información a un control universal, que es una copia del que tiene el dueño.
Los antisociales merodean por los estacionamientos apretando los botones de estos dispositivos hasta que algún auto abre sus puertas.
Todos los vehículos con cierre centralizado serían vulnerables a estos robos, según las policías.
De acuerdo con las bases de datos de Carabineros, este nuevo método comenzó a operar en el país en diciembre último y hasta el momento se han recibido 15 denuncias. En su mayoría, las víctimas acusan el robo de especies.
La subcomisaria de la PDI Lorena Fernández explica que "dependiendo del uso que quiera darle el delincuente, este puede hurtar artículos al interior del vehículo o robarlo para utilizarlo en futuros delitos".
Los vehículos preferidos por los delincuentes son los de marcas de lujo, los que les sirven para pasar inadvertidos en el sector oriente de Santiago.
En tanto, en la Dirección de Investigación Criminal de Carabineros, el mayor Diego Rojas sostiene que los controles originales de algunos autos más modernos -que vienen añadidos a las llaves- "son mucho más difíciles de corromper en materias de frecuencia, porque poseen doble código de seguridad, a diferencia de los que vienen separados de la llave del vehículo".
El oficial hace un llamado a la precaución a la hora de estacionar los vehículos y a tomar la mayor cantidad de medidas preventivas "con elementos que les hagan más difícil el acceso a los delincuentes, como los trabavolantes, cortacorrientes, GPS para saber en qué dirección va el vehículo o láminas de seguridad".
Si bien las policías plantean que esta técnica aún no se masifica, estos casos sirven para identificar situaciones en las que se utilizan herramientas más avanzadas. "Hay que adelantarse a las nuevas tecnologías que ocupan los antisociales, siempre tenemos que ponernos un paso adelante", indica el mayor Rojas.
Uno de los mayores riesgos que presenta este nuevo método, es que este tipo de controles se comercializan legalmente: "Estos aparatos son vendidos en un centro comercial de calle San Antonio", afirma Fernández. También pueden conseguirse en internet. Su precio bordea los $5.000.
