SANTIAGO.- Las visas de residencia a inmigrantes crecieron en Chile un 27% en dos años, pero cayeron en el norte debido a la crisis minera, lo que demuestra que los extranjeros han comenzado a desplazarse hacia el sur del país.
Según estadísticas de Extranjería, obtenidas por
"El Mercurio", la entrega de este documento pasó de 137 mil en 2014 a 175 mil en 2016. Pero el año pasado la tendencia al alza registró un brusco freno, al anotar un crecimiento anual de solo un 5,1%, comparado con el 21,1% que alcanzó 2015.
Santiago sigue siendo imán, y el Sur crece a expensas del Norte
La Región Metropolitana concentró el año pasado el 68% de las visas de residencia otorgadas en el país. Con el único aeropuerto internacional, el 60% de los cupos laborales y oficinas que centralizan los trámites administrativos, "Santiago expresa el correlato en materia migratoria del centralismo chileno", sentencia el director del Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior, Rodrigo Sandoval.
Pero dos regiones hasta ahora poco atractivas para extranjeros en busca de oportunidades laborales, O'Higgins y Maule, están creciendo a tasas aún más aceleradas, absorbiendo a nacionalidades que antaño buscaban radicarse en el norte del país. En general, todas las regiones de Coquimbo al sur experimentan tasas positivas a despecho de las caídas que sufren sus similares del Norte Grande.
Crisis minera enfría fiebre por el "sueño chileno"
La brusca disminución del interés extranjero por radicarse en el norte minero, con una caída del 30% en las visas de residencia entregadas en las regiones de Atacama y Tarapacá, explica ese freno.
"El boom minero sustentó el 'sueño chileno' que venían a cumplir mis compatriotas", señala el presidente de la colectividad colombiana en Antofagasta, Benjamín Cruz. Los que llegaban al norte de Chile, tras cruzar en bus Ecuador y Perú, "transmitían ese sueño a familiares y amigos en Colombia, entusiasmándolos a venir". Pero Cruz destaca que los mensajes que hoy envían a Colombia, con la desaceleración de la economía minera, van en sentido contrario. Por esto, cree, allí en 2016 solicitaron permisos de residencia 2 mil colombianos menos que en 2015.
148 visas a búlgaros en Atacama y 105 a mexicanos en El Maule entre 2014 y 2016 son ejemplos de inmigraciones muy localizadas. En el caso búlgaro, se trata de técnicos contratados por empresas de energía solar de Copiapó
Extranjería
La baja afecta incluso en forma más pronunciada a peruanos y bolivianos, protagonistas de los tradicionales flujos fronterizos de la inmigración nortina. "Muchos compatriotas llegaron acá porque les dijeron que se ganaba muy bien y la vida era muy buena", señala el presidente de la Colectividad Social y Deportiva Boliviana en Iquique, William Coca. "Pero tras quedarse dos o tres meses, en vez de regularizar su situación optaron por regresar a Bolivia. Es que ya no es fácil ganar US$1.000 al mes en la construcción de edificios y los arriendos y transportes son caros", añade.
Venezolanos y haitianos protagonizan la expansión más rápida
En contraste con ese cuadro de desaceleración, las visas de residencia otorgadas a venezolanos y haitianos experimentan crecimientos a tasas mayores al 100% anual. Empujados por la crisis política y económica de su país, los venezolanos se distribuyen con ese ritmo de demanda a lo largo de Chile.
David Analyón Zevallos, que lidera un recién creado comité de 300 residentes venezolanos en la V Región, señala que el buen nivel educacional de los inmigrantes de su nación les hace más fácil poder elegir donde insertarse laboralmente y muchos están eligiendo un estilo de vida menos vertiginoso que el de Santiago.
Los haitianos por su parte recién están explorando salir de la capital, adonde llegan en vuelos directos desde Puerto Príncipe. Las posibilidades las están encontrando en las comunas agrícolas. Ello explica que en las regiones de O'Higgins y Coquimbo las entregas de visas de residencia para ellos hayan experimentado alzas de 6 en 2014 a 220 en 2016, y 34 en 2014 a 234 en 2016, respectivamente.
Colombia es la primera fuerza inmigratoria en siete regiones
Mientras en Atacama y Antofagasta, que ya cobijan grandes comunidades colombianas, el número de visas de residencia otorgadas a estos extranjeros cae, en casi todas las regiones al sur de Coquimbo crece. En Coquimbo, O'Higgins, Biobío, Magallanes, Los Lagos, Aysén y Magallanes pasan a ser la primera nacionalidad demandante de estos permisos.
Sandoval lo atribuye a que la migración colombiana está dejando de concentrarse en zonas mineras para buscar nuevos destinos internos. Algo que la vicepresidenta de la colonia colombiana en Puerto Montt, Danilza Granado, refrenda. En el norte "se han perdido empleos por la cuestión minera, la gente está hacinada, es tremendo", resalta. Obviando el frío, los colombianos están viajando más al sur para enrolarse en salmoneras o en empresas de servicios.
República Dominicana sufre "efecto visa" y cifra oculta inmigración ilegal
Los dominicanos pasaron de ser una de las fuerzas migratorias relevantes a registrar en los últimos tres años apenas 263 visas de residencia en todo el país.
El director nacional de Extranjería habla en todo caso de una "desaparición formal" de esta nacionalidad en las corrientes inmigratorias. Explica que ello está ligado a las exigencias que Chile impuso en 2012 a las nacionales de ese país de obtener una visa de turismo en el consulado en Santo Domingo antes de comprar pasajes a Santiago. "Eso hizo bajar las solicitudes porque es difícil obtener ese visado", dice Sandoval, quien admite que siguen ingresando en forma irregular y clandestina, "porque esa cifra a la baja no significa que dejaron de venir a Chile".
Españoles regresan a la península ibérica
Entre Atacama y Aysén, casi todo el territorio nacional es escenario de una fuerte baja en el otorgamiento de visas de residencia a ciudadanos de España, país cuya crisis económica lo convirtió en un gran emisor de profesionales desempleados. La recuperación de la economía peninsular está facilitando la repatriación de los hispanos radicados en Chile.
"La pagina de Facebook de españoles residentes en Santiago está llena de avisos de venta de muebles o arriendos de departamentos de compatriotas que se regresan", resalta Laura Bel, quien llegó hace casi tres años al país para instalar una escuelas de bailes swing en Santiago. "Varios de mis amigos también están preparando sus maletas, porque ya han cumplido tres años fuera de su patria y extrañan a sus familias y las amistades de siempre", afirma.