Los fiscales Contreras y Parra al retirarse de la Sofofa, tras las diligencias.
Agencia Uno
SANTIAGO.- El fiscal Roberto Contreras, uno de los investigadores a cargo del presunto espionaje que afectó a la Sofofa, explicó las diligencias que junto a peritos de la PDI desarrollaron este lunes en las oficinas del gremio industrial más importante del país, ubicadas en Las Condes.
El persecutor, uno de los investigadores a cargo del caso, llegó hoy hasta el "Edificio de la Industria", acompañado de detectives de la Brigada del Cibercrimen, donde levantó información relevante para la causa denominada "Sofofagate".
"Se recabó información relevante tanto de soporte documental como informático de dependencias de la oficina de la Sofofa", dijo el fiscal de la Fiscalía Oriente, luego de más de tres horas de diligencias, al canal 24 Horas.
Añadió que "nos constituimos en el tercer piso con la finalidad de recabar información de parte del presidente de la institución (Hermann von Mühlenbrock), y se empadronaron también determinadas personas que está en calidad de testigos".
El fiscal Contreras, junto a la fiscal Lorena Parra, fueron designados para liderar la indagatoria por el jefe regional de la zona Oriente, Manuel Guerra, durante la jornada de ayer.
Ambos persecutores llegaron a eso de las 12:00 horas, junto al equipo de funcionarios policiales, con el fin de incautar los micrófonos encontrados durante la semana pasada en las oficinas del presidente del gremio y el vicepresidente José Juan Llugany.
El fiscal Contreras, además, cuestionó que no se informara a tiempo del presunto espionaje que también afectó al vicepresidente de la Sofofa, José Juan Llugany.
"Siempre dificulta la labor investigativa del Ministerio Público y las policías, el hecho de que una vez que se tenga noticias de crímenes se haga la denuncia en tiempo posterior", dijo el persecutor.
El Ministerio Público investiga tres delitos: Interceptación maliciosa de información correspondiente a las empresas de telecomunicaciones, interceptación de comunicaciones entre privados y, eventualmente, difusión, y alteración maliciosa de los sistemas informáticos.