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Fiscalizadora del Transantiago empujada a bus por evasor exige "Justicia" desde clínica donde se rehabilita

El caso de María Angélica Vargas (57 años) impactó a la opinión pública, al conocerse que su agresor era un universitario que la arrojó a las vías de la calle, donde resultó atropellada, molesto porque se le exigió que pagara su pasaje.

23 de Julio de 2017 | 22:12 | Emol
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Portal "24 Horas"
SANTIAGO.- Desde una clínica, con un parche médico en la boca que le dificultaba hablar y con el ojo izquierdo cerrado, la fiscalizadora del Transantiago, María Angélica Vargas, recordó el brutal empujón que recibió mientras trabajaba y que le cambió la vida de improviso.

El caso se remonta al 15 junio de este año e impactó a la opinión pública al conocerse que su agresor era un universitario que la arrojó a las ruedas de un bus molesto porque se le exigió que pagara su pasaje. La máquina la arrastró por unos 30 metros, dejándola con graves lesiones en su cráneo. El joven identificado como Pablo Alarcón (22 años) actualmente está en reclusión nocturna y a la espera de su proceso por este hecho.

La mujer dio una entrevista a "24 Horas" desde su lugar de rehabilitación, donde además de asegurar que "seguirá adelante", exigió Justicia por su caso.

Sobre el accidente, Vargas recordó: "Siento que me manda el empujón, caigo bajo la calle, me voy para atrás, y siento un golpe". Luego de ello, su siguiente recuerdo es que despertó en la Mutual de Seguridad:
"Sentí que me cortaban la ropa, estaba consciente. Después el doctor me dijo 'tiene una herida profunda'. Luego desperté con un dolor terrible en mi cara y decía 'qué me pasó, qué me pasó'. Había una señora al lado mío que me sobaba la cara y me decía ya, tranquila, ya pasó´'".

María Angélica explicó que llevaba dos años trabajando como fiscalizadora debido a las necesidades económicas de su casa. Trabajaba toda la semana de 7:00 a 11:00 por la mañana y de 15:00 a 21:00 los fines de semana. Deberá estar seis meses en rehabilitación.

"Esto me cambió la vida. No sé cómo voy a quedar de mi vista. Tengo la boca, oído, ojo y mandíbula dañada", lamentó. Por ello, exige Justicia.

"Los otros compañeros (y su agresor) bajaron del bus. Y se desquitaron conmigo. No es justo. Sin hacer nada, se desquitaron conmigo porque tenía la misma chaqueta", dice la mujer, detallando que la discusión de su agresor por no portar la tarjeta Bip fue con otra fiscalizadora y que ella recibió el empujón sólo por vestir la misa ropa de trabajo.

"Yo quiero que pague", pidió María Angélica, enfatizando que debe seguir con su vida. "Tengo fe en que voy a salir adelante. Pienso en forma positiva, con mi cara me voy acomplejar un poco, pero tengo que hacerlo. Tengo que seguir adelante".

Actualmente, su agresor, Pablo Alarcón, cumple prisión preventiva, a la espera de que finalicen los 100 días de investigación por el delito de homicidio frustrado que decretó el Noveno Juzgado, los cuales se cumplen el 24 de septiembre.
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