SANTIAGO.- Un "aumento exponencial" tuvieron las denuncias por tráfico de inmigrantes en los últimos 11 años en la región de Arica y Parinacota, según los registros de la fiscalía regional.
De acuerdo a los antecedentes a los que accedió Emol, en 2005 se registró sólo un caso; mientras que al año siguiente y subsiguiente no hubo.
Entre 2008 y 2013 el número de denuncias osciló entre los dos y tres, llegando a un peak de cuatro en 2011.
Pero a partir de 2014 se observa un aumento exponencial respecto del año anterior con 26 denuncias. Al año siguiente la cifra subió a 52, para finalmente llegar a los 77 el año pasado.
"En los últimos tres años los casos por tráfico de migrantes han aumentado exponencialmente. Eso es porque se sigue usando la ruta entre Tacna y Arica", sostiene la fiscal regional de Arica y Parinacota, Javiera López.
La jefa persecutora reveló que la mayoría de las víctimas son de origen dominicano, quienes deben atravesar peligrosos senderos para llegar hasta la frontera entre Chile y Perú, donde deben sortear una zona minada para ingresar al país.
De hecho, ha habido varios casos en los que ciudadanos de ese país centroamericano han resultado lesionados con las minas antipersonales, resultando con graves secuelas para su salud.
Para la fiscal López el tráfico de migrantes es "un delito que no muere, permanente y es preocupante que siga existiendo este tipo de fenómeno".
No se atreven a cruzar
El año pasado se hizo conocida la indagatoria denominada "Operación Desierto", que desbarató a la organización más grande de tráfico de personas en Sudamérica y que se dedicaba a internarlas por pasos fronterizos no habilitados al país.
Hay seis detenidos por ese caso, tres de ellos en Chile. Además, la justicia peruana aprobó la extradición de dos hermanos, cuya función era central en la organización.
A raíz de ello, según la persecutora, las otras organizaciones que se dedican a este delito ya no se atreven a ingresar al país, por miedo a ser arrestados.
"Hemos detectado que luego de la 'Operación Desierto' se han dado casos en que los coyotes ya no se atreven a ingresar a Chile guiando personalmente a los migrantes, como lo hacían antes, sino que ahora los dejan antes del límite Perú-Chile y les indican que deben seguir por una determinada ruta, que muchas veces cruza justamente por zonas minadas poniendo en riesgo las vidas de estas personas", expresó la fiscal regional.