SANTIAGO.- Una nueva arista del caso "Sofofagate" investiga el Ministerio Público: un posible hackeo sufrido por la Sociedad de Fomento Fabril. Por ello, la Fiscalía requirió a las compañías tecnológicas Microsoft, Google y Apple comunicar qué información salió de los computadores y smartphones de los dirigentes de la entidad gremial.
La decisión responde a que en la Sofofa habrían ocurrido más eventos extraños además de la detección de micrófonos ocultos en las oficinas del ex timonel de la institución, Herman von Mühlenbrock, y del otrora vicepresidente José Juan Llugany, según consigna este domingo
El Mercurio.
En esa arista es investigado el ex carabinero y dueño de Profacis Rubén Zito Aros, quien fue precisamente contratado para detectar los aparatos de espionaje.
En consecuencia, tanto en el gremio como en Carozzi -empresa que también había hecho tratos con Aros y desde donde surgió su nombre para llegar a la Sofofa- estudian querellarse por estafa contra el ex uniformado.
Además de esa indagatoria, el fiscal Roberto Contreras ahonda en un segundo suceso ocurrido el 21 de marzo, cuando desde el celular del entonces vicepresidente Gastón Lewin salió una comunicación convocando a casi todo el consejo de la Sofofa -más de 30 personas- a una reunión urgente.
Seguido de eso, a las 14:10 horas se envió otro mensaje, anulando dicha cita, sin embargo Lewin tenía el teléfono guardado. No había forma de que hubiese enviado dichos mensajes.
Asismismo, hubo un tercer episodio peculiar que data del 8 de mayo. Ese día, el director del área internacional del gremio, Manuel José Prieto, mandó un correo con un documento sobre "Política Pública del gobierno de Michelle Bachelet". Según ejecutivos fabriles, él niega haber conocido o elaborado tal texto y, por lo mismo, tampoco se lo envió a persona alguna.
En la Fiscalía detallan que dado todo este cuadro, aún quedan muchas diligencias reservadas pendientes y citaciones a más testigos a declarar. Por lo mismo, aún no hay una fecha estimativa del cierre de la investigación ni de posibles formalizaciones.
Finalmente, en cuanto a los microfonos ocultos, el Ministerio Público indaga la existencia de más personas involucradas además del imputado Aros.
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