SANTIAGO.- La Presidenta Michelle Bachelet firmó este lunes el esperado proyecto de ley de migraciones, el cual establecerá nuevas medidas de control y sanciones, junto con garantiza derechos sociales para los extranjeros que llegan a Chile buscando nuevas oportunidades.
La iniciativa, cuya preparación por parte del Gobierno tardó cerca de un año y medio, se basa en cuatro ejes. El primero de ellos es el respeto a los DD.HH. y la necesidad de garantizar los derechos laborales, a la seguridad social, educación, salud y al debido proceso.
Asimismo, el texto establece nuevas normas de control, las cuales serán seguidas por un Comité de Política Migratoria encabezado por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
Durante su discurso, la Mandataria señaló que "sé que para la ciudadanía este es un tema esperado, porque es una realidad que apremia (…) que puede golpear duramente a hombres, mujeres y niños que llegan a esta tierra buscando alcanzar sus sueños".
"Esto es una realidad y hay que abordarla como tal, con rigor y respeto, no con mitos ni con prejuicios, sin ingenuidad, pero tampoco desconociendo que hay gente que tiene temores, por muy infundados que sean”, indicó.
En ese contexto, Bachelet sostuvo que "la única forma de dar un marco que garantice el correcto encausamiento de la migración, es contar con reglas claras: Queremos dejar atrás la migración irregular, porque es la puerta de entrada al abuso y la causa de vulneración de derechos".
"El camino por el que debemos transitar es el de los deberes y derechos claramente establecidos, porque a diferencia de otros proyectos, queremos que se pueda equilibrar la exigencia del cumplimiento de los deberes con el reconocimiento de los derechos de los migrantes", enfatizó.
A juicio de la gobernante, "había que contar con una verdadera política nacional de migraciones y es lo que estamos haciendo, porque este proyecto propone reglas claras, justas, pero a la vez realistas, que benefician y protegen no solo a los chilenos, sino que también a quienes tienen la voluntad de sumarse a la construcción de Chile".
"Este proyecto de ley toma la opción de la regularización, no la de la invisibilización de una realidad que ya está acá. Y no hay otro modo de garantizar derechos pero a la vez exigir deberes, no hay otro modo de abrirnos a los aportes de los Andrés Bello, de las Roser Brú y de las manos anónimas que siguen viniendo a sumar", recalcó.
Finalmente, la Presidenta dijo confiar en el "criterio" de los parlamentarios y de los candidatos a cargos de representación popular, para que "no hagan de la retórica del odio un elemento de campaña. Es tiempo de actuar con solidaridad y con inteligencia, es tiempo de madurez para seguir haciendo grande a Chile".
