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Catalanes en Chile: ¿Qué opinan del referéndum independentista y de la situación que vive España?

Los inmigrantes que están debidamente registrados comenzaron a principios de mes el proceso de votación, cuyas papeletas no pasan por el consulado español como es común, sino que van directamente a la delegación de la Generalitat en Washington.

29 de Septiembre de 2017 | 07:06 | Por Francisca Domínguez, Emol
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Vía Facebook, ANC Xile
SANTIAGO.- A más de 11 mil kilómetros de su lugar de origen, los catalanes que residen en Chile observan con detalle la división que se ha producido en España tras la decisión del Gobierno de Cataluña, la Generalitat, de llevar a cabo este domingo un referéndum para definir si el pueblo quiere o no que la región sea un estado autónomo e independiente.

Al igual que en España, las opiniones de los catalanes en Chile no son uniformes y, a pesar de vivir fuera de la región en disputa, podrán manifestarla y tener incidencia en su futuro, pero no a través de los canales regulares.

Así lo explican Sigfrid Grimau y Cristina Ibars, dos catalanes que llevan años viviendo en el país y que participan activamente en organizaciones de su comunidad. Detallaron a Emol que el Gobierno de Cataluña, al día siguiente de aprobar el referéndum, envió un correo electrónico a todos los catalanes residentes en el exterior registrados en el CERA (Censo Electoral de los Residentes Ausentes), explicándoles cómo votar desde sus respectivos lugares y adjuntando la papeleta.

Dado que el Gobierno de Rajoy no considera legal estos comicios, la votación no se realiza a través del consulado, como sucede para las elecciones comunes, sino que deben enviar la papeleta a la delegación que el Gobierno catalán tiene en Washington, Estados Unidos.

Cataluña independiente


Presidente del Centro Catalán por 15 años, Sigfrid Grimau (85) se desempeña desde el año pasado como vicepresidente de la organización. Nació en la ciudad de Valls, en la provincia de Tarragona, de la cual tuvo que huir a fines de la guerra civil. Llegó a Chile en 1948, luego de vivir nueve años en Francia, que estaba ocupada por los alemanes.

"La identidad catalana no es una cualquiera. En este momento son 7 millones y medio de habitantes, que han formado una cultura que viene sumando valores aportados por los fenicios, celtas, griegos, romanos, árabes, visigodos, francos y cada una de esas invasiones que hubo en la zona fueron amalgamando sus aportes para constituir una identidad muy fuerte con una gran raigambre", comenta.

Por eso, y por las causas históricas del conflicto, asegura que "justifico las intenciones o reclamos de los catalanes porque aquí hay algo muy profundo que no está hoy en el tapete, que es respetar lo que es la identidad catalana".

No obstante, reconociendo esto, Grimau considera que la independencia de Cataluña no es conveniente. "Hoy en día hay que tener una vista más holística de lo que es el mundo, no centrarse en una zona exclusivamente cuando lo que necesitamos es una comunidad europea unida. Se requiere un buen entendimiento y que se le dé a los catalanes más equidad, sobre todo en el tema financiero", sostiene.

"Es económicamente viable (la independencia), somos culturalmente diferentes, tenemos una historia propia, un idioma propio y realmente dentro de Europa jugamos un papel muy estratégico"

Cristina Ibars
No es lo que piensa Cristina Ibars (36). Con siete años residiendo en el país –al que llegó desde Sabadell, en la provincia de Barcelona-, Ibars es la vocera de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en Chile.

"Estamos absolutamente convencidos de que es viable. Es económicamente viable, somos culturalmente diferentes, tenemos una historia propia, un idioma propio, tenemos una marca súper poderosa como es Barcelona y realmente dentro de Europa jugamos un papel muy estratégico", expresa.

Esto, explica, por "los puertos que tenemos, somos frontera con Francia, somos frontera con España, puerta de entrada al Mediterráneo. Somos 7 millones y medio de personas, hay países en Europa mucho más pequeños que Cataluña".

¿Referéndum?


Grimau, a pesar de no estar de acuerdo con la viabilidad de una Cataluña independiente, cree que no ha habido un diálogo suficiente entre el Gobierno central y la Generalitat, y que ambos han radicalizado sus posturas por esta razón.

"Rajoy debiera haber permitido si bien no un referéndum, porque la Constitución no lo permite, por lo menos una consulta popular. Si lo hubiera hecho, sabríamos a ciencia cierta el pie que calzamos, porque tenemos grandes dudas de que haya una mayoría de catalanes que quiera la independencia", afirma.

Por su parte, Ibars defiende que "el referéndum es la manera de preguntarle al pueblo qué es exactamente lo que quiere hacer con el futuro de Cataluña. Aquí lo que se está impidiendo es votar, no estamos debatiendo el resultado porque el resultado es un futuro que todavía no ha sucedido, estamos debatiendo el hecho de votar democráticamente, en un proceso vinculante, cuál es el destino de Cataluña, pero a través de su pueblo".

Reacción del Gobierno español


El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, reaccionó al anuncio del referéndum asegurando que se trata de una iniciativa anticonstitucional y llevando a cabo una serie de acciones políticas y policiales para intentar detener los esfuerzos de la Generalitat de llevar a cabo la votación.

De hecho, la semana pasada la Guardia Civil española detuvo a 13 autoridades del Gobierno regional por promover la realización del referéndum y ordenó a la policía a impedir el uso de locales públicos para llevarlo a cabo.

"Es una atrocidad porque lo que están haciendo es condenar al ladrón antes que robe. Es decir, que si comenten el acto prohibido por la Constitución de hacer un referéndum, cumplido el delito, castiguen, pero no castiguen antes, que es lo que están haciendo", resalta Grimau.

La vocera de la ANC Chile sostiene que las acciones de Rajoy "son absolutamente contrarios a cualquier legitimidad que pueda tener un proceso democrático, estamos en este juego perverso de las mayorías que toda democracia tiene".

"Esta creatividad que está teniendo el Gobierno español en aplicar unas leyes sí y otras no para impedir un proceso democrático que sale del pueblo, que lo pide el pueblo y que en el fondo no es nada más y nada menos que ejercer un derecho democrático, obviamente nos parece una aberración", afirma Ibars.