Héctor Aravena, El Mercurio
SANTIAGO.- Controversias generó este lunes la noticia del congelamiento del aporte de $5.969 millones por parte del Estado para la reestructuración de la Catedral Evangélica. Los recursos habían sido anunciada por el Ejecutivo en octubre de 2016.
Un año atrás, las autoridades de los ministerios de Obras Públicas, Desarrollo Social, y el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego se reunieron con el obispo Eduardo Durán, quien representa legalmente a la entidad religiosa, para firmar un protocolo de acuerdo con la promesa de un millonario traspaso de recursos a la Catedral Evangélica.
Según consignó El Mercurio en 2016, los arreglos del recinto religioso constarían en la ampliación de la superficie actual de la zona de culto, agregando 737 metros cuadrados construidos en el segundo y tercer nivel. De esta forma se podría recibir a al menos 1.020 personas más en el templo.
Asimismo, las obras de construcción también incluirían la "reposición de muros al oriente, poniente y sur del edificio; la eliminación de columnas de acero ubicadas al interior de la gran sala, que serán reemplazadas por una estructura que permita que la nave central quede libre de cualquier obstáculo estructural y visual que perjudique el desarrollo de las ceremonias religiosas".
Desde la Iglesia, vincularon el aporte incumplido por parte del Gobierno con el incidente ocurrido en el último Tedeum, en el que Bachelet fue públicamente criticada por la aprobación de la ley que despenaliza el aborto en tres causales.
El templo data de 1967 y fue declarado Monumento Histórico en diciembre de 2013. A 50 años desde su construcción, ha resistido estructuralmente a tres terremotos.
El aporte directo del Estado para la reestructuración de la Catedral Evangélica se sumarían a los obtenidos por la Catedral Católica Metropolitana de Santiago, en su restauración durante el 2014 y 2015, que tuvo un costo total de 3.000 millones de pesos.
