El Papa Francisco visitará Chile desde el 15 hasta 18 de enero de 2018.
EFE
SANTIAGO.- El ex contralor Ramiro Mendoza se mostró reacio a la declaración de feriados los próximos 17 y 18 de enero en las regiones de La Araucanía y Tarapacá -respectivamente- por la visita del Papa Francisco, y a la posibilidad de que el 16 de enero suceda lo mismo en la Región Metropolitana en el caso que el proyecto sea aprobado por el Senado.
"Se puede decir que la izquierda y derecha unidas jamás serán vencidas para otorgar feriados".
Ramiro Mendoza
A través de una columna de opinión publicada en el diario
El Mercurio, el abogado expresó sus motivos para estar en contra de esta iniciativa y cuestionó el rol del Congreso en la toma de este tipo de decisiones:
"Al legislativo no le ha temblado la mano para acceder a generar efemérides legales, muchas transitorias y anuales -lo que pervierte el sentido mismo de la ley-, principalmente atendiendo a gentilezas territoriales, las que se promueven esencialmente a partir de mociones de parlamentarios que recogen solidaridades compartidas y cómplices, con independencia de los sectores políticos que representan".
"En estas iniciativas se puede decir que la izquierda y derecha unidas jamás serán vencidas para otorgar feriados", añadió el ex contralor. Además recalcó que estas decisiones pueden causar
"agravios significativos a la economía nacional o regional, al cumplimiento de obligaciones mercantiles, a la atención programada en materias de salud", entre otras problemáticas.
"Si atendemos al último año, con esta norma, serían seis leyes las que se han dictado en los últimos doce meses sobre esta materia, la mayoría destinadas a generar feriados en ámbitos territoriales determinados", señaló el ex contralor, quien
puso como ejemplo el 10 de agosto de 2017 en la Región de Atacama, en celebración del Día del Minero, y el 2 de octubre para la Región de Los Ríos.
El ex contralor añadió que los católicos que quieran participar en las actividades que tendrá el Pontífice en el país podrían hacerlo sin la necesidad de que se declare feriado el día de su visita, tal como ocurrió en 1987: "Al final, tanto tiempo después de haber separado aguas con la religión, el Estado homenajea al Pontífice viajero con un feriado en tres regiones del país, en circunstancias que cada católico que sienta el llamado de esta visita podría perfectamente concretar su homenaje sin el apoyo estatal, como se hizo en la venida de Juan Pablo II".
"Como siempre el diablo mete la cola, al final el regalo terminará siendo para el turismo, pues el próximo 16 que se declarará feriado es martes, lo que ya debe estar animando a muchos a un largo fin de semana en la costa", sentenció Mendoza.