Felipe Báez, El Mercurio.
SANTIAGO.- Críticos ante el viaje de la Presidenta, Michelle Bachelet, a Cuba, se mostraron este lunes desde Chile Vamos desde donde acusaron un "doble estándar" en materia de Derechos Humanos (DD.HH.) por la visita y una "nostalgia" por la izquierda de los año 60 por parte de la Mandataria.
Al respecto, el actual vocero del bloque, Cristián Monckeberg (RN), apuntó que esto "da cuenta del grado de entusiasmo y fanatismo que existe por parte de la Presidenta Bachelet. Es la historia de su vida, de apego a la izquierda más radical y termina su mandato y su vida política rindiendo honores en Cuba. Coincide también con la despedida de Raúl Castro que deja las funciones más de gobierno, de primera línea, y por tanto, esta es una suerte de despedida".
En ese contexto el también timonel de RN recordó las justificaciones entregadas por La Moneda ante el viaje, afirmando que "pretender señalar que lo que se busca aquí es un mayor intercambio comercial cuando todos sabemos que el intercambio comercial con Cuba representa el 0,05% de nuestras exportaciones, no es una justificación real".
Junto a esto, Monckebeg señaló categórico que existe un "doble estándar en materia de Derechos Humanos y en materia de promoción de éstos y defensa, porque acá en Chile la izquierda acostumbra a repetir y defender la defensa y promoción de los Derechos Humanos, pero no dudan un segundo en partir a Cuba y visitar la isla, entendiendo que allá las violaciones a los Derechos Humanos son a la orden del día y se siguen produciendo".
Lo anterior considerando que el viaje de Bachelet no contempla una cita con la disidencia cubana al régimen de Castro, hecho que también fue cuestionado esta mañana por el Presidente electo, Sebastián Piñera. Éste último aseguró que en su caso él sí se reuniría con éstos.
"Aquí hay una nostalgia por régimen cubano, por lo que significa la revolución, y la izquierda de los año 60 que está muy presente en la Presidenta", precisó.
Por su parte, la timonel de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, planteó que "en un país donde han existido violaciones a los Derechos Humanos nos parece razonable que un Gobierno que es de todos los chilenos hubiese también podido hablar y tomar la opinión de lo que es la disidencia cubana (…) Creemos que francamente es un error, porque para poder tener la visión completa de un país donde la disidencia es tan fuerte debería también haberse juntado con ellos".
