SANTIAGO.- En la antesala de la formalización de José Navarro, el hombre de 31 años que sería el presunto secuestrador de la menor Emmelyn Canales, este miércoles se conocieron detalles de lo que fue el informe carcelario que hizo efectiva la rebaja de su pena en 2014, que cumplía por abuso sexual de dos menores.
El contenido de la ficha sorprendió, debido a que los primeros antecedentes aportados por la Policía de Investigaciones tras su detención apuntaron a que se trataba de un "agresor sexual", vinculado con "prácticas de rituales de hechicería".
Sin embargo, lo que consta en el documento elaborado por la Defensoría Penal Pública evidencia una personalidad distinta.
La versión del informe
Al momento de ingresar a la cárcel de Curicó, Navarro habiendo cursado séptimo básico, pero dentro del penal realizó cursos de nivelación, según consigna La Segunda.
Así, aprobó séptimo y octavo básico en 2011, primero y segundo medio en 2012, y tercero medio en 2013. Dicho curso fue aprobado con promedio 6,4 y con un 96% de asistencia.
El documento consigna, además, esfuerzo por aprender, destaca su relación con los profesores y su actitud. En todas tiene calificativos de "muy bueno". Sin embargo, también menciona "consumo ocasional de drogas".
Durante su estadía, además, realizó cursos de artesano. En el primer taller, cursado en 2011 para aprender artesanía en cuero, tiene una asistencia de 100% y un desempeño de "muy bueno".
El segundo, cursado un año después ara aprender artesanía en madera, no tiene fecha de término, aparece con asistencia de 50% y desempeño regular.
Abogado: "No es tan malo como ellos dicen"
De acuerdo al documento, durante su penúltimo año de reclusión, tenía la visita de su madre y de otros familiares, y no había hecho uso de otros beneficios intrapenitenciarios.
Así, la Corte de Apelaciones de Talca falló a favor de Navarro en el recurso de amparo presentado por la Defensoría Penal Pública, haciendo efectiva una rebaja de seis meses por buena conducta.
"El informe de Gendarmería habla de un interno con conducta sobresaliente. Es decir, que los hechos transcritos en un informe dicen una cosa y la imaginación o las conclusiones policiales dicen otra", afirmó al periódico su abogado, Esteban Arévalo.
"La policía siempre tiene un sesgo y la verdad es que el imputado no es tan malo como ellos dicen, no tiene el perfil que ellos señalan y la intención de él fue siempre de protección, a lo menos preliminarmente", agregó.
