SANTIAGO.- Pese a las reuniones bilaterales entre los ministros y palabras de buena crianza entre los que se iban y los que llegaban, el arribo de la nueva administración de Sebastián Piñera y la salida del gobierno de Michelle Bachelet no ha estado exenta de polémicas. A diez días del cambio de mando han aparecido los primeros roces por la continuidad o no de ciertos proyectos o políticas públicas.
Es que si bien el Ejecutivo ha llamado a la oposición a llegar a consensos frente a grandes temas, también ha recordado que cuenta con el mandato de la ciudadanía para hacer cumplir su programa de gobierno. Cambios a la Constitución, la suspensión de la licitación del Transantiago y el aumento en el déficit estructural han sido parte de los desencuentros.
Proyecto de nueva Constitución en discordia
"No queremos que ese proyecto avance, queremos hacer modificaciones y reformas a la Constitución que pueden ser necesarias para perfeccionarla, pero dentro de un ambiente de acuerdos y de unidad y no de proyectos de última hora y con mucho de improvisación", dijo el pasado jueves en Icare el ministro del Interior, Andrés Chadwick, sobre la iniciativa enviada al Congreso por Bachelet a fines de su mandato.
Sus palabras causaron alerta en la oposición, desde donde fueron criticadas. "Aquí Chile necesita una nueva Constitución y es importante que creemos un procedimiento para discutir bases de una nueva Constitución y eso no es llegar y decir 'esto no va'", afirmó el titular del Senado, Carlos Montes (PS).
De este modo, desde la ahora oposición rechazaron la postura tomada por el Gobierno en materia constitucional y la cual creen que choca con el llamado a los acuerdos planteado en otros temas, poniendo además en duda tales intenciones de La Moneda.
Freno a la licitación del Transantiago
Ayer, en tanto, se sumó un nuevo foco de conflicto cuando la ministra de Transportes, Gloria Hutt, anunció que declarará desierta la licitación del Transantiago impulsado por el gobierno anterior. Días atrás, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) había desbloqueado parte del proceso que había sido paralizado el 25 de enero pasado, ante lo cual restaba la decisión del Ejecutivo.
Al respecto, Hutt planteó este martes que el proceso "se llevó a cabo en forma improvisada, sin considerar el interés de los usuarios, con los incentivos incorrectos, lo cual nos puede llevar incluso a la situación de mal servicio del 2007".
Ante esto, la ex titular de la cartera, Paola Tapia, salió en defensa de lo hecho por su administración en Emol, acusando que las autoridades actuales "están demostrando que no están a la altura de las circunstancias".
Con ello, Tapia aludió a un proceso "público y transparente", el cual recalcó que fue validado "por la Contraloría General de la República, por los tribunales de justicia y por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia".
Acusaciones por déficit fiscal
Otro de los temas que ha generado choques radica en el área económica. El ministro de Economía, José Ramón Valente, criticó al gobierno anterior luego que se recalculara el déficit estructural quedando en 2,1% y no en 1,7% como se había informado en enero.
Me llamó mucho la atención lo que se supo en los últimos días, que es el hecho de que el Gobierno anterior nos dejó una mochila de más de US$1.000 millones de dólares de déficit adicional", dijo Valente a Cooperativa, añadiendo que "el Gobierno anterior le mintió a todos los chilenos diciendo que las cajas fiscales estaban mucho mejor de lo que realmente estaban".
Sus declaraciones generaron inmediata reacción en el ex titular de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, quien en T13 Radio afirmó que sus palabras eran "un despropósito".
"Está mal informado, porque él habla de US$1.000 millones menos en la caja (fiscal) y eso es completamente falso, porque aquí no ha habido ninguna revisión del déficit efectivo, ni de la deuda. Los chilenos pueden estar tranquilos porque no es que tengamos 1.100 millones de dólares menos", precisó.
