SANTIAGO.- Ya en septiembre de 2017, en medio de la campaña electoral, el ahora Presidente Sebastián Piñera anunciaba que su estrategia para llegar a La Moneda sería la de los "acuerdos por Chile".
La idea fue reforzada en el primer discurso oficial de su segundo mandato, desde el balcón de la Casa de Gobierno, donde propuso cinco grandes acuerdos nacionales a los que llamó a sumarse a la ciudadanía y "muy especialmente a los parlamentarios".
Es, también, la postura que han repetido ministros del gabinete, como el titular de la Segpres, Gonzalo Blumel, cuyo objetivo estas últimas semanas ha sido reunirse con las bancadas de todos los partidos.
Pero el ambiente necesario para concretar la iniciativa, que ha tenido algún grado de recibimiento por parte de senadores como Felipe Harboe (PPD) y Alfonso de Urresti (PS), podría verse afectado por los enfrentamientos que han protagonizado el Gobierno y la oposición durante la semana.
La modificación al reglamento del aborto
Lo primero fue el anuncio del Gobierno con respecto a la despenalización del aborto en tres causales: la decisión de permitir que las instituciones de salud que se nieguen a otorgar la prestación puedan mantener convenios vigentes con el Estado, situación que el texto del reglamento decreto prohibía.
"Es una pésima señal para la ciudadanía que el Gobierno comience a tomar decisiones entre cuatro paredes, sin consultar a nadie. Acá se ha querido torcer la voluntad ciudadana", advirtió la diputada del PS, Daniella Cicardini.
Su par del PC, la diputada Karol Cariola, también manifestó su molestia. "Esto es una maniobra del Gobierno para buscar por vía administrativa, de una forma completamente antidemocrática, frenar una ley que salió con apoyo mayoritario de la Cámara y el Senado tras muchos años de tramitación", afirmó a La Tercera.
Incluso el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Juan Luis Castro (PS), no descartó iniciar acciones legales para frenar el decreto.
El "error político" en la Ley Antiterrorista
A esto se sumó el anuncio del Presidente con respecto a la Ley Antiterrorista, a la que afirmó que le incluirá agentes encubiertos y la tipificación del ataque cibernético.
La información sacó ronchas en los senadores de la Región de la Araucanía, Francisco Huenchumilla (DC) y Jaime Quintana (PPD), quienes expresaron su rechazo a la idea.
"Mal comienzo y un error político para su anunciada política de acuerdos", afirmó el ex intendente de la región a través de su cuenta de Twitter. "Este terrorífico proyecto del Gobierno sobre la ley antiterrorista aparece direccionado al pueblo mapuche y lo criminaliza", añadió.
El senador Quintana, en tanto, señaló a Emol que "lo razonable hubiese sido que un acuerdo nacional no se haga en base a titulares, sino que en base a contenidos. Y los contenidos debiesen haber sido conversados con la oposición".
J. A. Kast y la discordia con el Frente Amplio
"Cómplice de violencia". Esa fue la acusación que Chile Vamos hizo contra el Frente Amplio (FA), luego de que este jueves el bloque no diera unanimidad en la Cámara de Diputados al oficio que condenaba la agresión sufrida por José Antonio Kast.
Las palabras desataron una seguidilla de declaraciones enfrentadas, con Giorgio Jackson asegurando la existencia de una "operación mediática" del oficialismo en contra de su conglomerado.
"Son más experimentados algunos de Chile Vamos, entonces nos pasaron una máquina comunicacional por encima. Montaron la idea de que estábamos censurando la discusión (...) cuando en ningún caso fue eso, sino todo lo contrario", afirmó el diputado.
Tres días antes, el bloque ya se había enfrentado a La Moneda después de que desde ahí aseguraran que los parlamentarios se habían restado de la invitación, hecho que salió a desmentir el diputado Vlado Mirosevic.
Un día después de la polémica por el oficio, la propia vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, se refirió al hecho. "Es lamentable que sectores políticos de nuestro país se resten a esa condena", afirmó.
Además del FA, el Partido Comunista tampoco se sumó al oficio, acusando que el documento no hacía referencia a "la provocación e incitación al odio que existe en Chile".
"Nosotros esperamos que pueda existir una reflexión para aquellos sectores políticos, el Frente Amplio o el PC, que sin condenar, al contrario, han tratado de justificar la violencia cometida en contra de un ciudadano de este país", afirmó la ministra.
"No se comprende. Eso se llama ser cómplice de agresión, eso se llama ser cómplice de violencia", añadió.
