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Revelan nuevas acusaciones de abuso sexual en contra de sacerdotes de Rancagua

Este lunes se dieron a conocer más antecedentes sobre la "cofradía" que existiría al interior de la Diócesis de la Región de O'Higgins.

21 de Mayo de 2018 | 23:00 | Redactado por C. Fernández, Emol
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AFP (imagen referencial)
SANTIAGO.- Continúan las acusaciones de abuso sexual en contra de sacerdotes de Rancagua, hechos que se revelan a una semana de que el Papa Francisco se reuniera con obispos de la Conferencia Episcopal para abordar las denuncias de esta índole que involucran a la Iglesia Católica chilena.

La noche de esta lunes, se publicó la segunda parte del reportaje "El fin del silencio" de T13. Aquí se ahondo en la supuesta "cofradía" denominada "La Familia", la que estaría compuesta por integrantes de la Diócesis de Rancagua.

Un sacerdote de esa sede, que no quiso revelar su identidad, aseguró que eran entre ocho y nueve los miembros de esta agrupación, y que su comienzo se remonta hace casi una década.

Uno de los acusados de tener conductas impropias con menores es el diácono de La Cabras, Luis Rubio González, quien también ejercía como director de un colegio municipal de la zona.

Según declaró un grupo de jóvenes, el diácono les enviaba mensajes de alto contenido erótico y les ofrecía dinero por salir con él. Incluso, uno de ellos aseguró que el religioso le realizó actos obscenos durante una videollamada.

"Yo asumo que cometí un error, un error pero no un delito. Eso yo se lo planteé también incluso a monseñor Goic", dijo Rubio sobre estas acusaciones.

En el reportaje también se reveló el caso del peluquero Daniel Carreño, quien declaró que fue abusado por otro sacerdote de Las Cabras, caso que no sería parte de presunta "cofradía".

Carreño explicó que el religioso lo trasladaba todos los días desde su casa al colegio y "en una cierta ocasión empezaron insinuaciones y cosas extrañas".

"Él siempre me llevó solo, hasta que después pasamos a etapas de abuso", agregó, asegurando que tuvo que vivir estas situaciones por cerca de dos años.

Frente a estas denuncias, el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, descartó que hubiese encubrimientos por parte de la institución. Sin embargo, realizó un mea culpa: "Quizás no hemos sido los suficientemente diligentes para resolver situaciones que uno va descubriendo ahora, a través de todo este actuar en relación a los acontecimientos que ha vivido nuestra Iglesia".
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