SANTIAGO.- Aunque ha tenido apariciones periódicas en las discusiones en los momentos en que no ha ocupado cargos públicos, Eduardo Bitran (60) suele mantener una exposición mediática moderada. Pero esta semana, después de que se conociera el retorno de Julio Ponce Lerou a SQM como asesor estratégico, el panorama cambió. Ahora su nombre no deja de sonar.
Tras una batalla de cuatro años, Bitran, siendo todavía vicepresidente ejecutivo de Corfo, logró dejar fuera de los cargos ejecutivos de la compañía a Ponce y a todo su "clan familiar", como lo llamó en reiteradas ocasiones. Por eso al enterarse de su regreso afirmó que SQM "se ríe de los chilenos".
Ya cuando faltaban pocos días para que terminara el plazo de conciliación del arbitraje con la empresa por el arriendo de pertenencias en el Salar de Atacama, Bitran hablaba de una "condición fundamental". "El tiempo se acaba y las condiciones han estado claras, arriba de la mesa, por ya bastante tiempo", afirmaba a fines de 2017.
"Lo digo en serio: todo o nada. O hay una solución donde el señor Julio Ponce Lerou pierde el control de esta compañía para siempre o no hay solución en este gobierno", aseguraba.
El miércoles, en medio de la polémica, el abogado de Pampa Calichera, Sebastián Oddó, aseguró tener mails que acreditaban que Bitran estaba en conocimiento de que el acuerdo no prohibía la figura de las asesorías. El ministro de Economía, José Ramón Valente, criticó que no hubiera incluido una cláusula específica.
Pero durante la misma tarde, Bitran negó la información y agregó que se trataba de "una desfachatez y una vergüenza". "Reitero que Corfo debe proceder a invalidar el contrato suscrito con SQM, por violación del principio de buena fe establecido en nuestro Código Civil", afirmó a través de su cuenta de Twitter.
Doce años antes, Eduardo Bitran también hacía noticia por echar pie atrás en un proyecto: la construcción del puente Chacao, apenas asumido en su rol de ministro de Obras Públicas en el primer gobierno de Michelle Bachelet.
La "rentabilidad social"
Ese fue su veredicto al entrar en la cartera: el proyecto de construcción del puente Chacao no era rentable socialmente.
Anunciado por Ricardo Lagos, el proyecto costaría inicialmente $650 millones de dólares, pero al evaluar la propuesta Bitran se encontró con un aumento de precio que se elevaba a los $970 millones. En una decisión polémica y que le generó una lluvia de críticas, echó pie atrás a la construcción.
Aseguró, también, que se trataba de una inversión muy grande que no le serviría a todo Chiloé, sino que beneficiaría a "salmoneras y camiones", y que existían mejores opciones de conectividad.
"Lo digo en serio, todo o nada. O hay una solución donde el señor Julio Ponce Lerou pierde el control de esta compañía para siempre o no hay solución en este gobierno"
Eduardo Bitran en 2017
Pero el 21 de mayo de 2012, durante una Cuenta Pública de Sebastián Piñera, la construcción volvió a anunciarse. El costo nuevo equivale hoy a $570 millones de dólares.
En ese momento, el ex Presidente Lagos emitió su opinión, que en 2006 había callado, señalando que fue un error no construirlo, y que lamentaba que el ministro no hubiera tenido "visión de largo plazo". Bitran volvió a oponerse, e indicó, citando cálculos matemáticos, que no sería socialmente rentable hasta otros diez años.
Entonces, Bitran llevaba dos años fuera de la presidencia del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad, dedicado a labores académicas en la U. Adolfo Ibáñez y a consultorías en materia de innovación.
En 2011 también criticó dos emblemáticos proyectos de la administración de Piñera: la construcción de las líneas 3 y 6 del Metro y el rediseño de Américo Vespucio Oriente, señalando que se trataba de una inversión gigantesca que excedía con creces lo que se gastaba en regiones, y que favorecería a sectores privilegiados.
También usó otro concepto: "No son socialmente rentables".
Una carrera pública
Ingeniero industrial de la U. de Chile, Bitran llegó a Santiago a los 15 años. Hasta entonces vivía en Ovalle junto a sus padres, pero pasó a vivir con sus tíos y a estudiar en el Instituto Hebreo, cambio que, ha afirmado, le costó. Dice, incluso, que recibió bullying.
Tras salir de la universidad, cursó un doctorado en Economía en la Universidad de Boston, en EE.UU. En la U. de Chile, participó del Centro de Estudios del Desarrollo durante la década del '80.
Antes de que iniciara el primer periodo de la Concertación, cuando corría todavía el año 1989, participó en la creación de políticas tecnológicas para el futuro gobierno, así como en el diseño de la privatización del negocio de carga de los ferrocarriles
Al año siguiente entró al Ministerio de Hacienda como asesor microeconómico, y llegó por primera vez a la Corfo en 1994, donde fue un ejecutivo clave durante la administración de Eduardo Frei Ruiz-Tagle hasta 1997. Allí trabajó en reimpulsar las privatizaciones, pero manteniendo el nivel de competencia en los mercados.
En 2002 participó de la creación de un sistema de cultivo en el mar para enfrentar los efectos de la marea roja. Fue, además, director general de Fundación Chile y presidente del Instituto Neuropsiquiátrico.
Tuvo, desde joven, interés por el trabajo en el sector público. Así lo afirmó a El Diario Judío, religión que profesa, en 2013: "Tiene que ver con una formación, con valores y con motivaciones. Uno siente que trasciende, y que su trabajo puede impactar en el país".
El "artífice fundamental"
El 5 de diciembre de 2006, a las 18.30 horas, Eduardo Bitran enfrentaba a la Cámara de Diputados como ministro de Obras Públicas.
Tenía que responder por la construcción de los túneles del Cerro San Cristóbal, luego de que cayeran más de 10 mil metros cúbicos de piedras y tierra en una franja de 40 metros. En ese momento, se pensaba que "podría significar la muerte del barrio Pedro de Valdivia Norte".
"Es artífice fundamental a la hora de mirar cómo desarrollar la ciudad, el territorio y el fomento productivo en su conjunto"
Michelle Bachelet en 2008
También tuvo que comparecer, en 2007, ante la comisión investigadora del Transantiago, por los problemas que presentaba el sistema con respecto a la falta de infraestructura. Esa vez, aseguró que "el Ministerio de Obras Públicas, en base a lo programado en abril de 2006, ha cumplido cabalmente con sus compromisos".
Durante su paso por la cartera, Bitran también se enfrentó al fallecido empresario ecologista Douglas Tompkins, con quien mantuvo discrepancias sobre el trazado que debía tener la ruta que atravesaría el Parque Pumalín: mientras Tompkins votaba por una vía costera, el MOP creía que no sería una "solución de conectividad".
Dos años más tarde, cuando la ex Presidenta Bachelet le solicitó su renuncia en 2008, la Mandataria aseguró que se trataba de un "artífice fundamental a la hora de mirar cómo desarrollar la ciudad, el territorio y el fomento productivo en su conjunto" y que necesitaría "seguir contando con él". Lo reemplazó Sergio Bitar.
En ese momento, admitió que no estaba entre sus cálculos y cuando se le consultó si esperaba que le pidieran la renuncia, contestó un escueto "no". Pero aseguró no estar molesto, y anunció que se tomaría vacaciones para "meditar sobre el futuro".
"Estoy muy satisfecho con haber servido al país", aseguró ese día.
