Participantes en la versión del año pasado.
Agencia Uno/Archivo
SANTIAGO.- La decisión de la Corporación Mil Tambores de no realizar la versión 2018 del clásico carnaval, que se celebraba todos los años con pasacalles y batucadas el primer fin de semana de octubre desde 1999, causó polémica, ya que desde la organización acusaron falta de recursos y de respaldo por parte de los encargados municipales.
El concejal Yuri Zúñiga, presidente de la comisión de Cultura, respondió al emplazamiento. "Echarle la culpa a las autoridades que no les hayan entregado los recursos, es excesivo, porque esto venía mal de antes", dijo a "El Mercurio de Valparaíso".
Añadió que "el director de la Corporación siempre fue muy arrogante en sus declaraciones. Entonces es una actitud muy mala tratar mal a las autoridades, porque uno es el representante de parte de la ciudadanía y le debe responder a los vecinos, que lo único que estaban pidiendo es que esto tuviera más orden, que no orinaran ni tuvieran sexo en las calles, ese tipo de cosas".
Asimismo, el concejal Zúñiga criticó que "ellos responsabilizan a las autoridades, a los políticos, pero no hay ningún mea culpa, ninguna autocrítica ni asumir responsabilidades. En estas cosas grandes hay que asumir, tratar de hacerlo de la mejor forma posible y tener humildad, pero aquí no la hubo, sino que sólo exigirle al resto, con declaraciones que muestran soberbia".
En la misma línea, el presidente de la Junta de Vecinos 73 del Cerro Alegre, sector bajo, Cristián Godoy comentó que "es la mejor decisión que se pudo haber tomado, nosotros veíamos una prepotencia por parte de la organización, de hacerlo a toda costa, pero lo bueno es que se dieron cuenta de que esta cuestión se les iba a arrancar de las manos".
"Lo más probable es que no se hizo porque este año no le entregaron los recursos, con plata se ve el compromiso que existe en la Corporación Mil Tambores (...) no hay ninguna vinculación con la gente que baila", expresó Godoy.
Uno de los voceros de la denominada "zona roja",
Boris Kúleba coincidió en que "la decisión de Mil Tambores significa que esta forma de hacer carnavales, de hacer cultura, que está más ligada a un aprovechamiento económico y de la ciudad se acabó".
"Ahora quedaría tomar el compromiso que hizo el alcalde en la reunión que tuvo con nosotros este martes, de que los próximos carnavales que se hagan tengan como protagonistas, efectivamente, a las comparsas y que sea la ciudad que lo organice", añadió.
Finalmente, desde la Gobernación, esperan reunirse hoy con Carabineros para evaluar el nuevo escenario que se abre ad portas al fin de semana en que estaba programado el festival Mil Tambores, ya que es posible que igual llegue gente a la ciudad con motivo del carnaval.
