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Cómo la PDI llegó al acusado de haber matado y hecho desaparecer a las jóvenes en Copiapó

Hugo Pastén fue formalizado por los delitos de homicidio, hurto e incendio, sustracción de una menor de 18 años y quedó en prisión preventiva.

21 de Julio de 2019 | 16:34 | Por Leonardo Vallejos y María Jesús Herranz, Emol
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Formalización de Hugo Pastén.

Archivo, El Mercurio
El 19 de octubre del año pasado comenzó todo. Ese día la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (BH) de Copiapó fue advertida de la desaparición de la menor Tanya Aciares, de sólo 14 años.

Luego, el 5 de febrero del 2019, apareció el caso de la boliviana Marina Cabrera. Su familia no sabía de su paradero. Misma situación que Catalina Álvarez, de quien se perdió el rastro el 23 de junio.

En la PDI admiten que ya con estos tres casos comenzaron a ver algunas cosas que les llamaban la atención, patrones que les hacían suponer que estas desapariciones iban a ser complejas.

Esto, hasta que ya la semana pasada detuvieron a Hugo Pastén, el principal sospechoso y quien fue formalizado por los delitos de homicidio, hurto e incendio, sustracción de una menor de 18 años, por lo que quedó en prisión preventiva.

Los inicios de la investigación



Mientras la policía trabajaba recién en el primer caso, otra tragedia los convoca. Se produjo el hallazgo de un cadáver producto de un incendio. Era Sussy Montalván, una peluquera transexual.

Al incendio acudió Bomberos, pero al percatarse de que había un cuerpo bajo los escombros, se llamó a la BH. Los exámenes al cadáver revelaron que habían signos evidentes de la participación de terceros. Específicamente asfixia por estrangulamiento y que la persona había fallecido antes del incendio. Se descubrió que tenía un chaleco amarrado al cuello.

Paralelo a esto, a Montalván también le habían robado su automóvil. El vehículo fue encontrado y en él había un pelo. Se realizó análisis del tráfico de llamadas y otras diligencias que comenzaron a darle sospechas a la policía de un probable culpable.

Mientras, por el caso de las desapariciones, el lunes 24 de junio llega al cuartel de la PDI la madre de Catalina. Dice que su hija está desaparecida y que nunca antes había presentado conductas que hicieran presagiar que se fue por su cuenta. Y aquí aparece una prueba clave. A eso de las 2 de la madrugada la madre dice recibir un llamado de la joven. "Mamá, voy en el colectivo". Poco después, otro contacto telefónico: "Ay mamita", con expresión de dolor.

Catalina había estado antes de estos llamados en una fiesta, se toma declaración a todos los participantes y todos coinciden en señalar que se fue a eso de las 02:30. Las cámaras de seguridad de todo el sector acreditaron esta versión y se hizo seguimiento de la ruta lógica que podría haber seguido. Así se llega a la Avenida Los Carrera, donde supuestamente tomó locomoción.

Ya eran tres casos. Ninguna encontrada
. Hasta que hacen coincidir pruebas, relatos y llegan a la conclusión que el sospechoso que tenían manejaba un vehículo en la noche, específicamente un colectivo. Y logran determinar y ubicar el vehículo a 300 metros de lugar donde lo tomó Catalina. Descubrieron que el conductor era Pastén.

La detención


Se revisaron los antecedentes de Pastén y ya tenía por violación, robo y secuestro, según explican en la PDI. Informan de todo esto al Ministerio Público.

Entremedio la policía dijo que aparecieron mediums, personas que decían que habían visto a las niñas, incluso algunos pedían rescate por $300.000.

La investigación y el rastreo de pistas los llevó a un pique. Se trabajó en el lugar y se encontraron osamentas y restos del cuerpo de una de las jóvenes, de Marina Cabrera. De acuerdo a lo que señalan en la PDI, con esto hicieron coincidir el caso con el de Montalván, y habían muchas similitudes.

Se comenzó una vigilancia de 24 horas a Pastén. Era el principal sospechoso. Más aún cuando su perfil genético coincidía con el pelo encontrado en el auto de la peluquera transexual.

Ubicaron el colectivo que manejaba, se sometió a pericias químicas donde se uso un reactivo llamado Bluestar y se halló sangre al interior. Justo en el lugar donde se habría sentado Catalina. Y luego se confirma que la sangre era de ella.

Con todo esto se generó la orden de detención. El mejor momento para la policía era que estuviera dentro de vehículo, así evitaban que corriera. Y así fue, lo capturaron en el colectivo, en plena vía pública. Pastén estaba desconcertado, revelan.

Ya detenido entregó detalles. Confesó haberse llevado a Catalina, pero su versión es que ella, producto de un accidente, había muerto. Que él no pudo hacer nada y la dejó botada. Una "historia" no creíble para los investigadores.
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