Luego de ser retenidos por algunas horas por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) en el aeropuerto de Santiago, los periodistas argentinos
Nazareno Roviello, Andrés Masotto y Leandro Díaz del Campo finalmente lograron ingresar a nuestro país.
Los comunicadores denunciaron haber sido aprehendidos "sin explicaciones" por funcionarios de la PDI, quienes los habrían acusado de "incitar al odio" por los contenidos que tienen en sus redes sociales.
Pese a que los periodistas incluso estuvieron en riesgo de ser deportados de regreso hacia Argentina, el accionar del Instituto de Derechos Humanos (INDH), que se hizo presente en el terminal aéreo para entrevistarlos, evitó que la medida se concretara.
Una vez libertado, Roviello señaló que "nosotros sólo queríamos estar con el pueblo chileno" y que en las tres ocasiones que había viajado al país "nunca tuve este problema".
"Después de todo esto no sabemos qué va a pasar con nosotros. El accionar de la PDI, las miradas, los tonos, no fueron correctos. Nosotros no tenemos la seguridad para trabajar, ni de nada. Y hay gente que no lo puede contar, y eso también es importante", puntualizó.
Desde la institución policial explicaron que la retención se debió a que los comunicadores no contaban con acreditación en medios nacionales ni internacionales u otro documento que sustentara su labor.
"Por eso, se efectuó una verificación secundaria de sus antecedentes, estableciendo que efectivamente corresponden a profesionales de las comunicaciones, otorgándoseles ingreso al país con la indicación de que deben concurrir a solicitar los permisos de trabajo que les permitan realizar estas labores en nuestro país", manifestó la PDI en un comunicado.
"Por otro lado, debe indicarse que se tomó conocimiento de ciertos antecedentes de redes sociales, que debieron ser analizados y consultados con las autoridades pertinentes de su país de origen, como también INTERPOL, determinándose que no poseen antecedentes actuales que impidan su ingreso al territorio nacional", agregó el escrito.
Los periodistas ya consiguieron abandonar el aeropuerto y agradecieron el respaldo que recibieron por el INDH y por parlamentarios que denunciaron el hecho a través de redes sociales.