A pocas horas de haber iniciado una paralización de las actividades del internado, los estudiantes de 7° año de la carrera de Medicina de la Universidad Católica depusieron la medida.
Así lo informaron desde la casa de estudios, indicando que se trató de una decisión tomada por los alumnos en una votación y comunicada por ellos a las autoridades universitarias.
La Escuela de Medicina envió más tarde una declaración pública, donde señala que "valoramos y agradecemos la decisión tomada hoy por los internos de séptimo año de deponer el paro" y reiteran su "compromiso con la salud pública del país".
Agregan que "solo un 30% de los alumnos se séptimo año estaba concurriendo a los centros asistenciales, en su mayoría públicos, mientras que el resto se encontraba en cuarentena preventiva".
También aclaran que sus internos "cuentan con las mismas medidas de protección para atender pacientes sospechosos o confirmados con Covid-19" y que están "preocupados de que estas medidas y protocolos se cumplan".
Aunque no se conoció una declaración específica de los alumnos de la UC,
los estudiantes de Medicina de 6° y 7° año de 29 facultades del país –incluyendo los de ese plantel, de la U. de Chile y de algunas privadas, como la U. del Desarrollo y de Los Andes– emitieron una declaración en que
solicitan contar con algunas condiciones mínimas para poder cumplir con el requerimiento del Ministerio de Salud de sumarse a reforzar los equipos en los centros asistenciales frente a la emergencia por el coronavirus.
Entre sus peticiones está que, por el momento, se suspenda su presencia en los centros de salud hasta que "sea necesaria la presencia de más personal". Esto para disminuir el riesgo de que sean "vectores de contagio", considerando que, al ser una población joven, son más propensos a transmitir el virus de forma asintomática; y para que haya personal de reemplazo, en caso de que los servicios de salud tengan que enfrentar la enfermedad por un largo tiempo.
También piden medidas de protección para poder desempeñarse en esos recintos (como mascarillas), que su participación sea voluntaria —debido a que algunos de ellos conviven con población de riesgo o tienen comorbilidades— y ser contratados por la cartera, ya que no cuentan con previsión ni sueldo en caso de que se enfermen, además de estar pagando aún su carrera.
La decisión de los internos de la UC de paralizar fue duramente criticada por los directivos de la Escuela de Medicina, que calificaron el hecho como una "grave falta a la ética y al profesionalismo médico". En una misiva, señalaron que la medida los "entristece y avergüenza" como escuela, "más aún cuando hemos tenido reuniones con sus representantes para pedirles colaboración y comprensión en los muy difíciles momentos que vivimos".
El ministro de Salud,
Jaime Mañalich, también se refirió esta mañana al tema, señalando que "es una situación puntual, que vamos a resolver en acuerdo con el rector de la casa de estudios; no creo que marque un precedente”.
Agregó que otras facultades de Medicina no han generado "ninguna dificultad; al contrario, se han puesto explícitamente, con acuerdos de los internos y becados, a disposición de esta crisis sanitaria".
El ministro aclaró que "un interno o interna de Medicina es una persona que cuenta con título de Licenciado en Ciencias de la Salud, que está habilitado para practicar medicina; no es un estudiante, es una persona habilitada para ejercer medicina, sujeto a vigilancia de una persona que cuente con el título".
Por ello, sostuvo que "miles de estudiantes de internados, de sexto y séptimo, licenciados en medicina, graduados como tales, capaces de aportar enormemente, no pueden sustraerse a esta crisis en la cual necesitamos a todos y todas".
