SANTIAGO.- En un edificio de Conchalí, alguien vio salir a una mujer usando una mascarilla. Se corrió el rumor de que su empleadora, la madre de los niños que cuida, tenía coronavirus. Entonces los vecinos reaccionaron. "¡Quémenla!", le gritaron. La historia la cuenta la madre de los menores, que fue diagnosticada con Covid-19 la semana pasada y pide mantener su identidad en reserva. "Está sola, su familia no se atreve a acercarse", cuenta.
Ese episodio, que no protagonizó ella, le impresionó. Dice, al teléfono, que la gente está asustada, que no han sido empáticos. "Hay personas que nunca me han preguntado cómo estoy, solamente me piden que les informe de qué se trata y que les confirme si los contagié o no, y yo no tengo cómo saberlo", cuenta.
Apenas notó que tenía los síntomas, luego de estar con alguien que había compartido con un contagiado, se hizo el examen y dio positivo. Desde entonces está aislada. "Yo me preocupé de avisarle a las personas con las que estuve a menos de un metro desde el día en que me contagié hasta que me diagnosticaron, uno por uno, y me quedo tranquila con que ya saben. La seremi se comunica después con ellos, yo no tengo por qué seguir contándole a todo Chile", comenta.
"Hay gente que me preguntó qué cosas toqué, en el edificio quieren saber nuestra identidad. Te hacen sentir como si fueras un alien, un extraño", dice, y asegura que "esta paranoia colectiva genera daño". A su juicio, en esa reacción ha influido la desinformación. "Las cadenas de whatsapp han fomentado un miedo terrible, cuando lo importante es tener precaución de no contagiar a nadie de riesgo. A nosotros, que somos jóvenes, no nos pasa nada grave", señala.
Se trata de un fenómeno que también se ha registrado en otras partes del mundo, donde la pandemia ha generado preocupación. Aunque se asocia a un estado generalizado de alerta en una comunidad asustada ante el avance un virus nuevo, las autoridades de a poco han hecho un llamado a la calma y a la empatía.
"Pueden provocar un alto daño psicológico"
Fue el martes 10 de marzo cuando el padre de una familia de Futrono, localidad ubicada en la Región de Los Ríos, debió trasladarse hasta Santiago para hacer seguimiento médico de una cirugía anterior. Tras un viaje corto, regresó el jueves. Al día siguiente recibió una llamada desde el hospital donde se había atendido: había tenido contacto con un caso confirmado de Covid-19 y le pidieron entrar en cuarentena.
Ese es el relato que su esposa, que pidió reserva de identidad, realizó a Diario Futrono. Se trata, en realidad, de una denuncia: después de ese llamado, se levantó en la localidad el rumor de que la familia estaba "contagiada". A partir de eso, sus integrantes comenzaron a recibir un trato que califican como discriminatorio.
"Hay que tener cuidado, porque pueden provocar una psicosis y un alto daño psicológico, un trato discriminatorio. El rumor va creciendo, provocando daño, alarma y un estigma a las familias, y si hay niños es peor aún"
Alcalde Claudio Lavado
Por precaución, la familia resolvió transparentar la situación en el colegio al que asistía su hija. En el establecimiento, tal como se indicaba en el protocolo, se le informó al director. "La profesora me llamó por instrucción del director, para decirme que fuéramos al Cesfam, así que fue mi marido y mi hija. Les hicieron el examen de rutina, todo bien", relató al periódico.
Al lunes de la semana siguiente, la madre empezó a recibir llamados. "Primero la gente más conocida, porque supuestamente mi esposo estaba infectado, enfermo", contó. El hecho se repitió durante toda la jornada, y los comentarios señalaban a la familia como enferma. Finalmente, la hija tuvo una crisis de pánico.
El alcalde de Futrono, Claudio Lavado (UDI), dice que algo parecido en la localidad de Llifén."No podemos especular", advierte. "Hay que tener cuidado con señalar o decir algo respecto a que una persona esté contagiada o no, porque pueden provocar una psicosis y un alto daño psicológico, un trato discriminatorio. Este es un pueblo chico y todos nos conocemos. El rumor va creciendo, provocando daño, alarma y un estigma a las familias, y si hay niños es peor aún", dice. "Es altamente peligroso, riesgoso e irresponsable", añade.
También se han pronunciado respecto al fenómeno autoridades extranjeras: el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México llamó a tener "una perspectiva antidiscriminatoria". En tanto, la Secretaría de Derechos Humanos de Honduras emitió este martes un comunicado llamando a la población "a no adoptar posiciones de discriminación en contra de las personas confirmadas por el Covid-19 y en contra de sus familiares".
