El Mercurio/Imagen referencial
Pese a que las autoridades han prohibido los eventos que signifiquen aglomeración de personas por el coronavirus para evitar contagios, en la catedral de Los Ángeles, Región del Biobío, ayer se realizó una misa.
La situación llevó al intendente
Sergio Giacaman a prohibir las actividades religiosas que congreguen una gran cantidad de gente en el templo.
"Se prohíbe la celebración de actividades religiosas en espacios abiertos o cerrados y que constituyan aglomeración de personas", manifestó en su cuenta de Twitter.
Ante ello, añadió que "recomendamos a iglesias y cultos ofrecer alternativas tecnológicas vía remota para difundir sus mensajes, como ha hecho, por ejemplo, el Papa Francisco".
Se prohíbe la celebración de actividades religiosas en espacios abiertos o cerrados y que constituyan aglomeración de personas"
Intendente Sergio Giacaman
La misa de ayer, de acuerdo a radio Cooperativa, la encabezó el obispo Felipe Bacarreza, quien días antes hizo un llamado a continuar yendo a la eucaristía.
"En medio de la preocupación y el temor por la pandemia del coronavirus, es importante ofrecer a los fieles el consuelo y la alegría de la Eucaristía. De la misma manera que se mantiene abierto los supermercados para proveer a la población de alimento corporal, con mayor razón debemos ofrecer el pan de vida eterna, que solo nosotros podemos dar según el mandato de Jesús", señaló en una la carta.
Asimismo, realizó la sugerencia de en lo posible aumentar de una o dos las misas en el templo para que las personas que asistan puedan tener mayor distancia entre ellos.
