Con miras al período que más contagios podría generar el coronavirus en el país -se estima entre fines de abril y principios de mayo-, el Ministerio de Salud se propuso alcanzar la cifra de 3 mil ventiladores mecánicos, elementos necesarios para el tratamiento de casos intensivos.
El ministro Jaime Mañalich dijo que, además de la compra, el plan contempla distintas fórmulas, como el reclutamiento de respiradores en el sector privado, la adaptación de máquinas de anestesia, el uso de respiradores pediátricos de niños y la fabricación por parte de Famae y Asmar.
En ese contexto, se agregó una nueva opción: los ventiladores que tienen algunas clínicas veterinarias. De hecho, el jueves el Colegio Médico Veterinario (Colmevet) se reunió con el Gobierno para poner a su disposición un catastro de los aparatos que tiene el gremio a lo largo del país. Cifras que este viernes fueron entregadas a la autoridad sanitaria.
La presidenta del Colmevet, doctora María José Ubilla, señala a Emol que hasta ahora se han contabilizado al menos 40 ventiladores que están operativos, pero que ese número puede aumentar ya que el catastro sigue en curso.
También detalla que en el ambiente veterinario los aparatos son usados en mascotas, pero que originalmente son construidos para humanos. "El conteo se realizó anticipando la posibilidad de que no hubiese disponibilidad suficiente de ventiladores para la atención de pacientes críticos, y nosotros sabemos que la medicina veterinaria está súper a la vanguardia y hay clínicas que cuentan con ventiladores mecánicos para la atención de pacientes animales", indica.
Aunque ese no fue el único ofrecimiento que el Colmevet realizó. Ubilla explica que el gremio también cuenta con algunos laboratorios con capacidad de procesar y analizar muestras mediante técnicas de PCR, para el diagnóstico de coronavirus, y que también podrían ser utilizados por el Minsal.
Asimismo, dice que se ofreció la colaboración de "médicos veterinarios que pudieran cumplir labores en terreno o administrativas, como por ejemplo actividades de gestión, bioseguridad, de análisis de datos epidemiológicos y detecciones en laboratorios".
"No hay que olvidar que esta pandemia tiene origen zoonótico, es decir, fue transmitido desde animales a humanos. La interrelación entre animales y humanos nos obliga ética y científicamente a poner a disposición de las autoridades nuestra experiencia y conocimientos como profesionales de la salud", acota Ubilla.
