"La actual situación es grave y angustiosa dado que su desarrollo es incierto y eventualmente puede empeorar. Sin embargo, no resulta del todo claro que sea la mayor crisis sanitaria del último siglo".
Así lo afirma Marcelo Sánchez, historiador y académico del Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos de la U. de Chile, que se ha dedicado al estudio en perspectiva histórica de la salud y la enfermedad en Chile. Es autor de diversas publicaciones y coeditor de los libros "República de la Salud. Fundación y ruinas de un país sanitario" (Ocho Libros, 2016) y "Bulevar de los pobres. Racismo científico, higiene y eugenesia en Chile e Iberoamérica, siglos XIX y XX" (Ocho Libros, 2015).
En entrevista con medios regionales, Sánchez repasó la historia sanitaria del país y el impacto que otras epidemias tuvieron en el territorio nacional. Todas, dijo, han tenido efectos importantes. "Habría que coincidir en algún parámetro para medirlas", expresó.
En términos de letalidad por ejemplo, los registros muestran más de 20 mil muertos en las epidemias de cólera en la década de 1880, 35 mil en la llamada gripe española entre 1917 y 1921, y 18 mil por tifus exantemático entre 1919 y 1939. "En definitiva, si de mortalidad se trata, estamos afortunadamente lejos de ser la 'mayor' crisis sanitaria", planteó.
"Otro punto sería definir lo que entendemos por crisis sanitaria, ya que, por ejemplo, Chile fue durante décadas el país con la mayor mortalidad infantil del mundo occidental, y esa fue una crisis sanitaria que duró prácticamente desde 1880 hasta 1950; nada menos que 70 años de continuidad en una condición de gran mortalidad de infantes", agregó.
Las epidemias, sostuvo Sánchez, "acompañan a Chile desde tiempos coloniales". "Los mapuches, no es claro si con anterioridad al encuentro y resistencia frente al dominio español, según relatan las crónicas, describían el Chavalongo, agrupando en esa palabra las enfermedades cuyo síntoma principal era el dolor de cabeza. La viruela fue un cuadro recurrente durante la colonia y en tiempos republicanos se vivieron epidemias de viruela, fiebre amarilla, cólera, escarlatina, tifus exantemático, gripe, entre otras", apuntó.
"No es tan claro que la historia sea una maestra para la vida"
Según el historiador, la actual pandemia de covid-19 "ha dado el paso de lo local a lo global de la mano del mercado mundial del transporte aéreo y lo hizo de forma vertiginosa, de una manera tal que fue prácticamente incontenible". Las anteriores, en tanto, viajaron "junto con ejércitos de dominación, poblaciones desplazadas, viajeros, comerciantes, barcos, trenes".
"Los ejemplos son miles en este sentido. La primera epidemia de tifus exantemático documentada en occidente fue la que ocurrió con el Ejército que sitiaba la ciudad de granado en 1489, que perdió 3 mil hombres en batalla y 17 mil por la epidemia. Ya en 1526, el tifus exantemático estaba en Nueva España en el continente americano. En 1570, la epidemia en el virreinato de Nueva España causó dos millones de muertos", explicó.
Se trata, dijo, solamente de un ejemplo del "rápido desplazamiento de una epidemia a nivel global en el siglo XVI". "Como en la guerra televisada en Irak en 1990, lo nuevo de esta pandemia es la instantaneidad de su televisión y de su presencia online; por ejemplo, en los mapas de conteo de contagios, muertes y recuperación en tiempo real", agregó.
"No es tan claro que la historia sea una maestra para la vida (...) Lo que puede aportar es compañía existencial y eso puede ser muy significativo. Otros sufrieron algo parecido y lo superaron. Otros no. Todo eso es experiencia humana que la historia registra para recordarnos algo de lo que somos y lo que podemos ser"
Marcelo Sánchez
Lo que sí se refleja en la historia es que en el siglo XIX "no había en Chile una autoridad sanitaria central y con recursos, sino que más bien se atendía a los enfermos en los llamados lazaretos, que no era más que construcciones frágiles para dar comida y reposo a los sufrientes, con poca o ninguna atención médica, y que dependían económicamente de la caridad y la beneficencia de los poderosos", contó.
Fue después del paso de estas epidemias que el país comenzó a construir un sistema sanitario más complejo. Por ejemplo, después del cólera en la década de 1880, que mostró "como totalmente insuficiente el sistema de lazaretos", se creó el Consejo Superior de Higiene y en 1892 el Instituto Superior de Higiene, antecedentes del Instituto de Salud Pública.
"Es la primera piedra de un sistema público de salud. El Instituto Superior de Higiene fue dotado con recursos, personal, infraestructura, reparticiones provinciales y proveía servicios de desinfección, exámenes de la calidad de las leches, carnes, exámenes médico-legales; es decir, ejerció las primeras regulaciones sanitarias", contó.
Con todo, el historiador señaló que "no es tan claro que la historia sea una maestra para la vida". "No creo que brinde recetas al gusto de cada quien. Mucho en ella es interpretable y tiene final abierto (...) Lo que puede aportar es compañía existencial y eso puede ser muy significativo. Otros sufrieron algo parecido y lo superaron. Otros no. Todo eso es experiencia humana que la historia registra para recordarnos algo de lo que somos y lo que podemos ser", concluyó.
