Dos hechos coincidieron el pasado sábado: la realización de una fiesta clandestina que reunió a cerca de 400 personas en Maipú —cuyo organizador fue formalizado por delito contra la salud pública— y la publicación de una entrevista al director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, donde mencionó el concepto de "deberes respecto a la comunidad".
"Yo no diría que hemos exacerbado una concepción individualista de los derechos, olvidando los deberes, pero individualmente no hemos hecho lo suficiente para comunicar una de nuestras verdades: no hay derechos sin deberes", dijo Micco a El Mercurio. Sus palabras le trajeron problemas incluso con el consejo del organismo que dirige, aunque él ha aclarado que no se refería, con esa frase, a que los Derechos Humanos estuvieran condicionados al cumplimiento de deberes.
Su frase iba más bien detrás de reforzar la idea de que, sobre todo en tiempos de pandemia, todo ciudadano debe tomar conciencia de que vive en sociedad. Para eso citó la Declaración Universal de los Derechos Humanos: "Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que solo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad". "Todos debemos satisfacer 'las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general'. Este no es solo un deber del Estado, es de toda la comunidad, sea local, nacional o universal", agregó.
"Es propio del conservadurismo el destacar los deberes para con la familia, la patria y la religión y, por el contrario, de los liberales, los derechos individuales. Siempre he intentado armonizar los derechos y deberes, como los comunitaristas, pero cuando, en estos tiempos de aplastante hegemonía del liberalismo cultural —'yo hago lo que quiero con mi vida con tal de no afectar al otro'—, siento la necesidad de hablar de los deberes", dijo también.
Su postura, aunque recibió críticas, fue también apoyada. Ricardo Brodsky, ex director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, lo secundó. "En estos días de pandemia, vemos con vergüenza la actitud de muchos compatriotas que no solo hacen oídos sordos a las recomendaciones sanitarias, sino que además, para proteger su salud personal, discriminan incluso al personal médico que arriesga sus vidas por los otros", dijo en una carta al director.
En medio del avance del covid-19, el debate abierto por Micco plantea una pregunta: ¿Cuáles son los deberes que cada ciudadano tiene con la comunidad y cómo incide su comportamiento personal en el cuidado del bienestar común?
"Toda comunidad supone que estamos dispuestos a cumplir con deberes"
"A mí parecer, es un llamado de atención necesario en una sociedad neoliberal donde campea el individualismo, donde las personas están sumamente empoderadas para exigir lo que consideran su derecho, pero muy mal dispuestas a contribuir al bien común", dijo también Brodsky.
El tema fue abordado además por el académico de la U. de los Andes e investigador senior del IES, Daniel Mansuy, quien aseguró en el mismo medio que "las sociedades contemporáneas pretenden articularse usando como referencia principal —y casi exclusiva— la idea de derechos". "Esta noción cumple, sin duda, un papel crucial para limitar el poder del Estado e impedir eventuales abusos y, en ese sentido, son un elemento fundamental del mundo moderno. Sin embargo, también inducen una lógica que (como todo) puede tener excesos", dijo.
"Si todos tenemos derechos, y solo derechos, pues bien, estamos condenados al eterno conflicto (o a lanzarnos unos a otros nuestros derechos subjetivos como si fueran armas)"
Daniel Mansuy
"El énfasis exclusivo en los derechos puede perder rápidamente de vista las condiciones colectivas que hacen posible su garantía", añadió. "Sólo podemos gozar de ellos al interior de una comunidad política y toda comunidad supone que estamos dispuestos a cumplir con deberes, aunque sean mínimos".
Para apoyar su tesis, Mansuy cita al filósofo francés Marcel Gauchet: "el lenguaje de los derechos puede tener efectos despolitizadores, pues exacerba la perspectiva puramente individual de nuestra vida". "Así, la interdependencia humana —tan visible en tiempos de pandemia— se vuelve cada vez más opaca, como si nuestros vínculos fueran puramente instrumentales", explicó.
"Una sociedad centrada en la exclusiva consideración de los derechos termina pareciéndose mucho al estado de naturaleza hobbesiano: si todos tenemos derechos, y solo derechos, pues bien, estamos condenados al eterno conflicto (o a lanzarnos unos a otros nuestros derechos subjetivos como si fueran armas, según la expresión de Habermas). Dicho en simple, es imposible proteger los derechos si no aceptamos ciertas condiciones cívicas elementales", enfatizó.
"Que cada uno se salve solo no nos va a salvar como sociedad"
En conversación con Emol, el abogado y profesor de Derecho Constitucional de la U. Alberto Hurtado, Tomás Jordán, profundiza en estos conceptos. Para empezar, aclara que los Derechos Humanos, en sí mismos, "siempre conllevan un deber": "el deber de la esencia de todo derecho, que lleva un correlato de que alguien está obligado a respetar ese derecho", dice.
"Lo otro tiene que ver con los deberes y la comunidad, que es más una cuestión conceptual de Micco, que dice: en la sociedad en que vivimos, hay deberes que nosotros debemos cumplir para con ella, y sobre todo en momentos de dificultad", explica. "En el fondo, la cooperación y la solidaridad son deberes de cara con tu comunidad, bajo la idea de que, junto con los derechos —los cuales no están condicionados— y al vivir en comunidad, tienes que asumir ciertas cuestiones que van en pro del bien común", añade.
"No es que se desconozca la titularidad o el ejercicio de tus Derechos Humanos siempre, sino que, junto con eso, hay deberes que tú le debes a tu sociedad por vivir en comunidad, por buscar el bien común, que al final es el bien de todos y el de cada uno"
Tomás Jordán
Ahí, dice, está lo "interesante". "Desde la filosofía liberal, al ejercer tus propios derechos y ejercerlos de 'buena manera' conlleva beneficios sociales, es entendido como una sumatoria de bienes individuales, por decirlo así. En cambio, Micco viene de una matriz filosófica distinta, que es la comunitaria, que dice que junto con los derechos individuales, uno tiene un rol para con su sociedad, y ese rol con la sociedad te impone ciertos deberes con ella. Eso, vuelvo a insistir, no condicionan tu titularidad ni el ejercicio de tus Derechos Humanos", agrega.
Jordán cree que se trata de un debate atingente sobre todo en tiempos de pandemia. "¿Cuál ha sido la premisa principal? Que cada uno se autocuide y eso es una premisa súper individualista. En general, creo que hay una concepción de sociedad individualista, porque el llamado es 'cuídate, quédate en tu casa, autocuídate'", expone.
"A mí me parece que, junto con eso, hay ciertas obligaciones nuestras hacia la comunidad, de tomar esa obligación de autocuidado también como una responsabilidad hacia los otros y hacia la sociedad, no solo por ti mismo. Me parece que las medidas de cuidarnos todos, entre todos, se enmarcan dentro de estos deberes, y yo creo que la autoridad debería enfatizar más esa perspectiva", dice.
"Somos una comunidad y por lo tanto nos debemos no solo autocuidar individualmente: que cada uno se salve solo no nos va a salvar como sociedad propiamente tal. No es que se desconozca la titularidad o el ejercicio de tus Derechos Humanos siempre, sino que, junto con eso, hay deberes que tú le debes a tu sociedad por vivir en comunidad, por buscar el bien común, que al final es el bien de todos y el de cada uno", concluye.
