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Escenario post 18: "Va a haber un aumento de casos", pero en el sistema de salud "hay mayor preparación"

Los expertos aseguran que "es difícil predecir la magnitud" de un posible rebrote, aunque destacan que al comienzo de la pandemia la capacidad de la UCI era tres veces menor a la que existe hoy.

21 de Septiembre de 2020 | 16:05 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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Fueron 14.483 los vehículos que, al momento de intentar abandonar la Región Metropolitana, fueron retornados por no contar con un motivo fundado ni documentos de respaldo para moverse hacia otro punto del país. Esa fue la cifra que se registró en las cinco aduanas sanitarias que rodearon la capital durante el fin de semana de Fiestas Patrias, que terminó además con la aprehensión de 145 personas en la región.

"Aún no tenemos las cifras consolidadas de todo el fin de semana, pero lo que uno vio a propósito de la cantidad de permisos, de fiscalizaciones, de cuántos vehículos salieron de Santiago y de las otras ciudades grandes, vimos que, en general, hay un buen comportamiento", explicó este lunes el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, a radio Infinita. "Obviamente también hay un grupo que no respetó las normas, es algo minoritario", añadió.

Aunque las autoridades sanitarias hacen un balance positivo del comportamiento de la ciudadanía durante este feriado, dentro de la esfera de la salud existe preocupación con respecto al impacto que pueda tener el aumento de movilidad y las reuniones sociales que se permitieron en las cifras de la pandemia a nivel nacional. "En mi opinión, y por lo que he conversado con otros colegas, la gran mayoría de la comunidad se portó bien y tomó las medidas de precaución", explicó el vicepresidente del Colegio Médico, Patricio Meza.

Pero también existió otro grupo, dijo. "No tomaron las medidas de precaución, hicieron reuniones no solo familiares sino que entre amistades, sobrepasaron los grupos que había establecido el Gobierno, pero por sobre todo sin respetar las medidas debidas de protección, como es el uso de mascarillas, el distanciamiento social", enumeró a radio ADN. "Esos son factores de riesgo que ahora vamos a ver cómo se van a traducir y qué impacto van a tener en el comportamiento de la pandemia en nuestro país en las próximas dos semanas".

El escenario que más se teme es que el aparente control que han alcanzado los contagios en el país se pierda. "Por supuesto que existe el riesgo de rebrote, lo vivimos en Magallanes", aseguró el presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), Tomás Regueira, a T13. Su compañero Darwin Acuña, vicepresidente de la entidad, señaló a Cooperativa que "es difícil predecir la magnitud".

"Es lógico pensar que va a haber un aumento de casos. Uno cree que aumentando la circulación, la gente, las colas en ciertos lugares, ahora el 18 con las juntas sociales que hubieron, hace pensar que tiene que haber un aumento de casos. Ahora, que eso se vaya a transformar en una ola como la inicial, no lo sabemos, pero sin duda que es un riesgo latente y eso es altamente preocupante por las consecuencias que hubo en la primera ola, que fueron devastadoras", añadió.

"No somos los mismos que en febrero de 2020"


Se trata de un escenario que, dentro de Chile, ya atraviesa Magallanes, pero que también se ha registrado en países que ya superaron una primera ola de contagios, sobre todo en Europa. "Durante junio y julio, algunos países como Francia mantuvieron una tasa de contagios diaria pequeña y controlada. Desde fines de agosto e inicios de septiembre, podemos ver los incrementos diarios en un 1.000% de aumento de casos, pasando de mil casos diarios a 10 mil casos diarios", explica la epidemióloga del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, María Jesús Hald.

El comportamiento del virus en el viejo continente está siendo observado con interés por la comunidad científica. "Lo que está siendo evidente es que los países que están enfrentando una segunda ola están mostrando una particularidad muy curiosa, y es que aumenta el número de infectados, pero sigue cayendo el número de pacientes hospitalizados que estén conectados y muertes", dijo a El Mercurio el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien planteó la hipótesis de que el virus pueda haber mutado hacia uno "menos agresivo".

"Nosotros teníamos 900 camas antes de la pandemia y llegamos a tener más de 3 mil, las cuales estuvieron prácticamente todas ocupadas. En este momento tenemos 2.500 camas disponibles, de las cuales están ocupadas un 80%"

Tomás Regueira
También se aventuró a entregar otra razón. "Hoy día nosotros no somos los mismos que en febrero de 2020. O sea, mirémonos. Todos con mascarillas, nos lavamos las manos", dijo. En Atlanta, Estados Unidos, la teoría que se maneja para el descenso en las muertes en Cuidados Intensivos es que la experiencia de los profesionales de la salud con respecto a la enfermedad era nula al comienzo de la pandemia.

"Ciertamente no hay nada de rutina en la pandemia, pero en términos de cómo lo estamos manejando, una vez que te haces cargo de alguien por décima vez, es normal", dijo a NPR el doctor Craig Copersmith, director del Centro de Cuidados Críticos de Emory. En Chile el escenario también ha evolucionado desde marzo, cuando se detectó el primer caso, a la fecha.

"Hay que acordarse siempre, por respeto y cariño al personal que trabaja en salud, que nosotros teníamos 900 camas antes de la pandemia y llegamos a tener más de 3 mil, las cuales estuvieron prácticamente todas ocupadas", explicó Regueira. "En este momento tenemos 2.500 camas disponibles, de las cuales están ocupadas un 80%, vale decir, alrededor de 1.900 camas con pacientes críticos. Tenemos un margen, que evidentemente no es homogéneo en todo Chile", agregó. También destacó que "cada vez hay más búsqueda activa de casos que no consultan espontáneamente", la cual rodea un 30% de los nuevos diagnósticos hace semanas.

Las preocupaciones que persisten


A pesar del fortalecimiento de la red sanitaria, todavía hay aspectos que preocupan a los profesionales de la salud. "Celebramos la gran cantidad de tests que se hacen, 38 mil al día, pero hay otras partes de la estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento en las cuales nos queda mucho por avanzar: por cada caso confirmado en nuestro país, se están identificando entre 1,5 a 2 personas más como contactos estrechos", explicó Meza. "La experiencia internacional dice que, para lograr el manejo adecuado de la pandemia, por lo menos se deberían contactar a 5 personas, idealmente 10. En algunos países se llega a 30", añadió.

También preocupa el desgaste que provocó la primera ola de la pandemia dentro de los equipos de los centros de salud. "No hubo descanso, hubo mucho temor de enfermarse, mucha gente que se enfermó, lamentablemente tuvimos fallecidos en el sector de salud, también, y además toda la carga emocional", mencionó Acuña.

"Por cada caso confirmado en nuestro país, se están identificando entre 1.5 a 2 personas más como contactos estrechos. La experiencia internacional dice que, para lograr el manejo adecuado de la pandemia, por lo menos se deberían contactar a 5 personas, idealmente 10. En algunos países se llega a 30"

Patricio Meza
"Nosotros hicimos una encuesta de burnout en algún momento y encontramos que había una incidencia del 60%, o sea, es un personal agotado, cansado, que espero no tenga que enfrentarse nuevamente a una situación parecida", dijo, aunque reconoció que "hay mayor preparación para enfrentar una eventual nueva ola". "Se hizo toda la gestión para poder convertir camas, abrir nuevas UCI y nuevos servicios en general en los hospitales, se capacitó a mucha gente", recordó.

"El aumento de un 400% de ventiladores es una buena medida hospitalocéntrica, pero se demoraron cuatro meses en tener una estrategia de trazabilidad que aún es débil y poco robusta", opina por su parte Hald. A juicio de la epidemióloga, "no existe preocupación hacia los profesionales de la salud". "Nuevamente, existe una potencial alza de casos sin saber si están en condiciones o no", dijo.

"Tenemos que pensar que tenemos casi 16.500 fallecidos por esto", mencionó Regueira. "No estamos hablando de algo que uno pueda decir espontáneamente: ya, se acabó el problema. Esto es un virus mortal, sobre todo para la población de riesgo. Por lo tanto, yo llamaría a la responsabilidad personal en forma muy fuerte", concluyó.