Feria "Vamos al Centro", organizada por la municipalidad de Punta Arenas.
Municipalidad de Punta Arenas.
"A estas altura del partido, las incoherencia de normas aplicadas ha generado injusticias que son intolerables (...) acuso la incoherencia de normas a esta altura, y una terquedad por parte de la autoridad".
Esos son los descargos que hace el
alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich, a propósito de las fiscalizaciones que se han generado en la ciudad, las que ayer llegaron a un punto de conflicto con el rubro gastronómico,
luego que desde el viernes 30 locales decidieran abrir y atender al público en sus terrazas, e impidieran la entrada de quienes cursarían sumarios sanitarios. A ello, se sumaron las infracciones cursadas a
quienes participan de la feria "Vamos al Centro" impulsada por el municipio, donde participan decenas de pymes, y que operará hasta fin de mes.
"Es un acto de rebeldía. Cuando las leyes son injustas, cuando la autoridad no se hace cargo del problema, uno se siente obligado a rebelarse. El derecho al trabajo es un derecho humano. Y a nosotros, por un decreto de la autoridad, nos han tenido nueve meses cerrados", dijo a
El Mercurio el
presidente de la Asociación Gastronómica de Punta Arenas, Jaime Jelincic.
El jefe de la comuna que se encuentra en cuarentena, plantea a Emol que "en la práctica, nosotros estamos viviendo un paso 2 hace mucho tiempo, fuimos la primera ciudad en tener un brote fuerte de coronavirus, y ahora estamos entre comillas, saliendo de la segunda ola". Así, asegura que por haber sido los primeros con esta situación, hubo muchos criterios aplicados por la cartera de Economía y Salud, "que fueron muchos más aperturistas que los que hoy se aplican en el norte de Chile".
"La incoherencia y la molestia, que yo la comparto, es por qué no nos dejan abrir en terrazas, distinto es que tengamos una ciudad cerrada, lo único que está cerrado son los restaurantes, cafeterías, cines y peluquerías".
Claudio Radonich, alcalde de Punta Arenas
Así, explica que
el 90% del comercio en Punta Arenas está abierto con autorización formal para hacerlo, donde las construcciones están operando, obras municipales que se están ejecutando, y 20 mil personas diarias que salen con sus respectivos permisos para trabajar. "
La incoherencia y la molestia, que yo la comparto, es por qué no nos dejan abrir en terrazas, distinto es que tengamos una ciudad cerrada, lo único que está cerrado son los restaurantes, cafeterías, cines y peluquerías", añadió.
El malestar se incrementó en el municipio luego que fiscalizadores de Salud llegaran a la actividad "Vamos al Centro", hecho que el alcalde califica directamente como una "persecución y acoso" el que estén concentrados en gran número en dos cuadras. "En ocho meses no he visto ningún fiscalizador, los vi todos ayer, cerrando locales", agregó.
Como pronta acción, y junto con rechazar lo ocurrido, Radonich aseguró que se hará cargo de todos los sumarios cursados ayer, lo que en la práctica se traduce en que "me coordiné con los dueños y me van a pasar sus notificaciones, y vamos a entregarles el apoyo jurídico para poder defenderlos".
"Qué explicaciones le damos a esta altura del partido a una ciudad que tiene 110 días en cuarentena, que el 90% está abierto y lo único cerrados son ellos, que ni siquiera tiene la chance de poder hacerlo como lo hace Concepción, que es la ciudad con más contagios", destacó. Por eso, espera que el lunes puedan contar con mejor información que "reconozca la diferencia territorial que tiene Magallanes y que, lamentablemente, no ha sido sopesada correctamente por la autoridad".
