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Entre la pandemia y el fantasma de un nuevo boicot: El segundo año en que la prueba universitaria se rinde bajo presión

La Prueba de Transición, que reemplaza a la PSU, está programada para principios de enero, cuando asoma la posibilidad de una segunda ola y mayores restricciones. Además la Aces reactivó sus críticas a la prueba y afirmó que se están organizando.

20 de Diciembre de 2020 | 08:31 | Por Natacha Ramírez, Emol
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Los 268 mil inscritos en la PTU serán divididos en dos grupos: Uno la rendirá el 4 y 5, y otro el 7 y 8 de enero.

El Mercurio (Imagen referencial)
SANTIAGO.- Hace casi un año se rindió la Prueba de Selección Universitaria (PSU) más accidentada de la que se tenga registro. El test, que se solía realizar a fines de noviembre, se postergó hasta enero debido al estallido social. Además, los intentos de boicot impulsados por la Aces llevaron a que se tuviera que aplicar en tres ocasiones, en medio de hechos de violencia y bajo un fuerte resguardo policial. También se canceló el test de Historia debido a una filtración.

Todo lo anterior repercutió en un mayor ausentismo en la prueba, variaciones en los puntajes de corte, y que las universidades tuvieran que hacer ajustes de última hora en sus metodologías para poder seleccionar a los estudiantes en algunas carreras.

En marzo de este año, el Mineduc anunció el fin de la PSU y la implementación de una nueva "Prueba de Acceso" para 2022, con menos preguntas y la promesa de que mediría competencias. En el intertanto, para la admisión 2021, se decidió aplicar una "Prueba de Transición" (PTU), que tendrá una ponderación menor a la PSU, aumentando el peso del desempeño escolar, entre otros cambios.

Sin embargo, a dos semanas de que se rinda, todo apuntaría a que la PTU –que apostaba a descomprimir el ambiente que se vivió en enero pasado– nuevamente se rinda bajo presión.

Inéditas medidas por la pandemia y amenaza de una segunda ola


Este año el principal factor de preocupación con miras a la prueba es la pandemia, situación que ha llevado a las autoridades a realizar una serie de modificaciones. Así, se anunció que la prueba se aplicará en forma diferida y los 268 mil estudiantes inscritos serán divididos en dos grupos –uno que la rendirá el lunes 4 y martes 5 de enero, y otro el jueves 7 y viernes 8 de enero–. Esto con el fin de reducir el aforo en los locales, respetar la distancia, las medidas sanitarias y evitar aglomeraciones. El lunes se publicará en qué grupo estará cada postulante.

Además, de manera inédita, se aplicará un test excepcional a los inscritos que, durante esos días, estén en cuarentena por haberse contagiado con covid-19 o ser contacto estrecho. También se estableció un protocolo en los centros de rendición, que incluye la demarcación de las zonas de entrada y salida, la separación de mesas, ventilación natural y sanitización de salas.

"Al margen del nivel de confinamiento que tenga una determinada comuna, la prueba se va a rendir (...) Los protocolos de Salud están diseñados para el caso más extremo; por lo tanto, está contemplado que, incluso si en algún territorio estuviese declarada una cuarentena, la prueba se rinde"

Raúl Figueroa, ministro de Educación
Sin embargo, el aumento de casos que se está registrando en el país –incluida la RM– hace temer que la prueba se rinda en pleno arribo de la segunda ola, y en medio de mayores medidas restrictivas.

¿Qué pasará si la situación sanitaria se agrava y se decretan más cuarentenas? El ministro de Educación, Raúl Figueroa, sostuvo esta semana que "al margen del nivel de confinamiento que tenga una determinada comuna, la prueba se va a rendir". "Los protocolos de Salud están diseñados para el caso más extremo; por lo tanto, está contemplado que, incluso si en algún territorio estuviese declarada una cuarentena, la prueba se rinde", indicó.

La autoridad recordó que la papeleta de inscripción que recibe cada estudiante le servirá de salvoconducto para poder circular ese día, en caso de que su comuna esté en esa fase. "Están contemplados los mecanismos administrativos para que los que deben rendirla no tengan dificultades de acceso a sus locales", indicó el ministro, en entrevista con radio Duna.

Figueroa subrayó que "se han tomado todas las medidas para resguardar la salud de quienes están inscritos", en coordinación con el Ministerio de Salud y el Demre, "por lo tanto, los alumnos tienen que saber que pueden ir tranquilos a rendir la prueba".

En tanto, la directora del Demre, Leonor Varas, comentó a Emol que "aplicar una prueba de tan altas consecuencias implica grandes desafíos logísticos en cualquier contexto, más aún en situaciones como las vividas en 2019 y este año". "El proceso pasado fue difícil; este año a la convulsión social se sumó la pandemia. Por eso, hemos participado en una mesa de trabajo con los ministerios de Educación, Salud e Interior, para aplicar protocolos que garanticen la salud y seguridad de los postulantes", señaló.

El posible impacto de la falta de clases presenciales en la prueba


En paralelo a las implicancias sanitarias, la pandemia también ha tenido repercusiones en el plano académico, ya que los estudiantes de cuarto medio prácticamente no han tenido clases presenciales, lo que también podría impactar en su preparación para la PTU.

Ante eso, la directora del Demre señaló que "como estamos conscientes de las dificultades que han tenido las y los estudiantes, prácticamente no hay contenidos de 4º Medio en la PDT".

"La PTU disminuyó los contenidos en un tercio, por lo cual se trata de una prueba mucho más justa que la PSU, ya que los alumnos tienen la posibilidad real de abordar todos los contenidos que se preguntan en la prueba durante la educación media. Adicionalmente, considerando la situación de pandemia, que impidió el normal desarrollo del año escolar, los contenidos de 4° Medio presentes en la prueba se redujeron a una mínima expresión"

Juan Eduardo Vargas, subsecretario Educación Superior
En la misma línea, el subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, comentó a Emol que "éste ha sido un año difícil, especialmente para los estudiantes de 4° Medio", por lo que han adoptado distintas medidas para apoyarlos. "De partida, la Prueba de Transición disminuyó los contenidos de las pruebas obligatorias en un tercio, por lo cual se trata de una prueba mucho más justa que la PSU, en el sentido que los alumnos hoy tienen la posibilidad real de abordar todos los contenidos que se preguntan en la prueba durante su paso por la educación media", sostuvo.

Agregó que "adicionalmente, considerando la situación de pandemia que impidió el normal desarrollo del año escolar, los contenidos de 4° Medio presentes en la prueba se redujeron a una mínima expresión".

Además, "se ofreció a todos los interesados la posibilidad de inscribirse gratuitamente en tres preuniversitarios, opción que finalmente fue aprovechada por más de 45 mil jóvenes".

Se reactivan críticas de la Aces: "Nos estamos organizando"


A lo anterior se suma el fantasma de un nuevo "boicot" a la PTU, luego de que una de las voceras de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) aludiera al tema esta semana al protagonizar una toma en la sede metropolitana del Servicio Nacional de Menores (Sename). "Hoy día la responsabilidad de si es que hay un boicot o si hay un impedimento para el rendimiento de esta prueba es solamente de ellos (el Gobierno), porque ellos siguen manteniendo este sistema segregador", señaló Catalina Garay, en declaraciones que recoge radio ADN.

Consultado por Emol, el vocero de la Aces, Marcos Faure, señaló que "ninguna vocería ha dicho que vamos a boicotear la prueba, sino que los secundarios nos estamos organizado, estamos discutiendo y estamos ya manifestándonos en contra de la prueba". Agregó que "las acciones específicas que se puedan hacer en torno a la prueba, lo que se vaya a accionar, las movilizaciones, dependen también de cada una de las comunidades y los territorios".

"Los secundarios nos estamos organizado, estamos discutiendo y estamos ya manifestándonos en contra de la prueba; las acciones específicas que se puedan hacer en torno a la prueba, lo que se vaya a accionar, las movilizaciones, dependen de cada una de las comunidades y los territorios"

Marcos Faure, vocero Aces
A las críticas que suelen hacer a la prueba, por ser "estandarizada" y "segregadora", el dirigente dijo que este año, además, "es evidente que no existen las condiciones ni sanitarias ni educativas para poder realizar esta prueba". "Pareciera que a este Gobierno no le importan ni nuestras vidas ni la de nuestras familias", agregó.

El ministro de Educación criticó lo manifestado esta semana por la Aces y llamó a la ciudadanía a "condenar" cualquier acción de ese tipo, subrayando que "lo que tenemos que cuidar es el derecho de los jóvenes a poder acceder a la educación superior, a que puedan rendir su prueba en forma segura y tranquila", por lo que "cualquier llamado a impedir ese derecho tiene que ser condenado de inmediato, y espero de toda la ciudadanía que se acople a esa condena; no podemos darle ningún espacio a quienes pretendan, por la vía de la fuerza, impedir el derecho a otros jóvenes".

Recordó que "el sabotaje del que fueron víctimas los alumnos que rindieron la prueba el año pasado fue un hecho que afectó de manera muy fuerte a esa generación" y enfatizó que "cuando la Aces hace un llamado o señala que podría impedir la rendición de la prueba no es en contra de la prueba que están generando un acto de violencia, sino en contra de sus propios compañeros; son los jóvenes inscritos los que se ven directamente perjudicados".

"Esperamos que impere un ánimo constructivo, colaborativo y respetuoso del derecho de las y los postulantes a rendir esta prueba en las mejores condiciones posibles, en un año tan difícil como éste (...) Podemos afirmar que la Prueba de Transición es más justa que la PSU y ese progreso seguirá avanzando en los próximos años"

Leonor Varas, directora del Demre
La autoridad hizo ver además que "para nadie es un misterio que este año ha sido muy complejo" y que "incorporarle mayor presión a los estudiantes que tengan que rendir la prueba es un despropósito". "Lo que uno esperaría a estas alturas del año, en un año tan difícil, es que los jóvenes tengan un mínimo de solidaridad con sus compañeros y tomen la decisión correcta de no impedir ese proceso", manifestó.

Figueroa resaltó además que "la PSU, tal cual como la conocimos, ya no existe; estamos en un proceso de transición, en que se han modificado de manera relevante los contenidos (...) es importante tener claro que los cambios a la PSU están en curso, la PTU es diferente y que esos cambios también requieren tiempo".

Para afrontar eventuales contingencias, el subsecretario de Educación Superior, detalló que hace varios meses se confirmó una "Mesa de Seguridad", que velará por protocolos sanitarios y también por el orden público. Explicó que "basados en la experiencia adquirida el año pasado, la mesa ha definido protocolos que consideran medidas sanitarias para evitar posibles contagios y también diversas acciones de seguridad, a cargo del Ministerio del Interior y Seguridad Pública".

"Se contará con presencia de Carabineros, quienes resguardarán todos los locales de aplicación, tanto al interior como en el exterior de ellos. También colaborarán en el proceso de ingreso e identificación de los postulantes, lo que permitirá detectar a quienes deban guardar cuarentena obligatoria, de acuerdo con los registros del Minsal", precisó Vargas.

Dijo que "sabemos lo importante que es para los estudiantes poder rendir esta prueba, sobre todo después de un año difícil como ha sido éste, y por ello estamos implementando todas las medidas para garantizar un proceso ordenado y seguro para todos". "Queremos enviar un mensaje de tranquilidad a los jóvenes; hemos trabajado intensamente para permitir que todos los postulantes puedan dar la Prueba de Transición en un ambiente seguro y tranquilo", dijo la autoridad, quien también llamó a los jóvenes al "autocuidado", especialmente durante las fiestas de fin de año, "para que puedan rendirla sin problemas".

Por su parte, Leonor Varas dijo que "esperamos que impere un ánimo constructivo, colaborativo y respetuoso del derecho de las y los postulantes a rendir esta prueba en las mejores condiciones posibles, en un año tan difícil como éste". Y agregó que "podemos afirmar que la Prueba de Transición es más justa que la PSU y ese progreso seguirá avanzando en los próximos años".

También corroboró que en la mesa de trabajo que han conformado con los ministerios de Educación, Salud e Interior "se han tomado todas las medidas sanitarias y de seguridad necesarias". "Resguardar el orden público es de responsabilidad del Ministerio del Interior y de Carabineros, y contaremos con su colaboración para ello", sostuvo.
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