Usando el característico uniforme azul de TENS —Técnico en Enfermería Nivel Superior— y una mascarilla N95, Zulema Riquelme (46) se sentó en una silla negra frente a las cámaras que transmitían su imagen a todo el país. Declaró estar un poco nerviosa sobre todo porque Chile la estaba mirando.
"Costó mucho, mucha gente se esforzó mucho para poder tener este momento", le dijo el Presidente Sebastián Piñera en esa sala del Hospital Metropolitano a la funcionaria del Sótero del Río. "Sí, me imagino", contestó ella. En pocos minutos se convertiría en la primera persona en Chile —y Latinoamérica— en recibir la vacuna para el covid-19.
Por eso el Mandatario le preguntó también cómo se sentía. "Contenta, emocionada, nerviosa... son emociones buenas", dijo. Todo el proceso no demoró más de un par de minutos. La profesional encargada de suministrar la dosis le explicó a Riquelme el contenido: 0,3 ml de la vacuna contra el covid-19. "Usted es la primera, yo la voy a limpiar y le voy a puncionar el músculo", le dijo.
La TENS, con más de 20 años de trayectoria, respondió afirmativamente siempre. "¿Está bien?", le preguntaron en dos oportunidades. "Sí", respondió ella segura. Las instrucciones fueron levantarse la manga del uniforme y relajar el brazo. Entre que se anunció que sería inyectada y que se dio por terminada la administración pasaron 11 segundos. Eran las 11:42 del jueves 24 de diciembre de 2020.
Detrás de la mascarilla, se podía notar que Zulema Riquelme sonreía a los presentes: las dos mujeres que le administraron la vacuna, el Presidente, el ministro Enrique Paris y la prensa que estaba en el lugar. Evidentemente feliz, la TENS levantó su mano derecha e hizo un signo de paz apuntando a la cámara, mientras la gente a su alrededor aplaudía un momento histórico.
Las siguientes vacunas
La segunda vacuna aterrizó sobre la luna. Esa era la figura que se distinguía en el tatuaje que tenía Juan Emilio Cornejo, médico de la UCI de la ex Posta Central, en su brazo izquierdo. Tras recibir la inyección, hizo un gesto levantando ambas manos que parecía decir "estamos listos".
Luego fue el turno de Adriana Arias, enfermera supervisora en la UCI del Hospital Metropolitano, quien conversó con el ministro Paris y la subsecretaria Paula Daza sobre la coincidencia de la fecha: justo en la mañana de Nochebuena. "Estamos super contentos de que podamos iniciar nosotros este proceso de vacunación, es muy necesario, y concientizar a la gente de que el autocuidado debe seguir", dijo la enfermera.
Óscar Antonio Vera, kinesiólogo del Hospital Metropolitano, fue el cuarto, seguido por la auxiliar de salud, Ruth Herrera, quien dialogó con el ministro Paris mientras esperaba para recibir la dosis. Ella está encargada de desinfectar y limpiar los box donde se atiende a enfermos de covid-19 en la UCI del mismo recinto hospitalario.