Si bien en la Cámara de Diputados el acuerdo administrativo de la oposición parece haberse destruido tras los últimos intentos por liderar la mesa, en el Senado -por lo menos hasta ahora- sigue en pie.
Bajo esa premisa, y cuando en marzo termine el período de
Adriana Muñoz (PPD) y Rabindranath Quinteros (PS) en la presidencia y vicepresidencia respectivamente,
será la Democracia Cristiana la que deberá asumir el liderazgo de la Corporación en ambos cargos.Así, el tema deberá resolverse entre los cinco parlamentarios con los que cuenta la falange:
Carolina Goic, Francisco Huenchumilla, Jorge Pizarro, Yasna Provoste y Ximena Rincón. Los cálculos finales se harán en marzo, pero desde ya hay expectativa por quiénes integrarán la dupla demócratacristiana que además de dirigir y representar a la Cámara Alta tendrá que liderarla en el último año del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
Y teniendo como antecedente la tensa relación entre La Moneda y el Congreso este último año.
Para definir a los candidatos el comité
decé hará primero una votación interna y luego ese nombre deberá ser respaldado, al menos, por la mayoría opositora. Por lo mismo, el candidato debe contar puentes con el resto de los partidos y así evitar lo ocurrido en la Cámara con el también falangista
Gabriel Silber.La senadora
Ximena Rincón está hasta ahora concentrada en su intención de llegar a La Moneda y sus esfuerzos apuntan a la
primaria del próximo 17 de enero que tendrá la colectividad en donde se enfrentará al ex ministro
Alberto Undurraga. Por lo que su nombre, hasta ahora no está entre las cartas a considerar. Así solo quedan cuatro opciones para dos puestos.
El senador
Jorge Pizarro ya ha sido en
dos ocasiones presidente de la Corporación (2010-2011/2013-2014), pero ahora pesa que éste será su último año como parlamentario, pues con la nueva ley de límite a la reelección no podrá ser nuevamente candidato. Y en el marco del estallido social y la pandemia desde la
comisión de Hacienda ha tenido un importante rol llegando a acuerdos con el Gobierno.
Consultado por
Emol sobre si le gustaría volver a la testera, el parlamentario señaló que "tenemos que conversar en la bancada porque
los cargos de la mesa tienen un rol político más allá de las personas y más allá de la propia bancada. Es algo que también se tiene que conversar con la oposición, así que los primeros días de marzo tendremos que definirlo".
Más distanciada de La Moneda está la senadora
Yasna Provoste, quien en los últimos meses ha generado fuertes alianzas con los senadores
Juan Ignacio Latorre (RD) y Alejandro Navarro (PRO), criticando en un duro tono la gestión del Ejecutivo especialmente en cómo ha enfrentado la crisis sanitaria. Pero ella tiene reconocida cercanía con otros senadores de la oposición que son clave a la hora de votar, y que no sienten el mismo aprecio por el ala más conservadora del partido.
El senador
Francisco Huenchumilla fue analizado incluso como una carta presidencial dentro de la DC y si bien al interior del comité reconocen que tiene buena llegada, incluso más allá del marco falangista, lo podría perjudicar el hecho de que a causa de la pandemia no ha pisado el edificio de Valparaíso y por el contrario, se ha desempeñado en sus funciones por vía telemática.
Más neutral es también la senadora
Carolina Goic. Quien aparece como una de las posibilidades en medio del cálculo político para ocupar al menos uno de los dos cargos que quedarán vacantes.
Relación con el Gobierno
Aludiendo a ese mismo rol político que juega quien preside una de las cámaras del Congreso con el Ejecutivo, el senador Pizarro aseguró que sea quién sea que esté a cargo "no tengo dudas que la relación va a ser muy parecida a la que se ha tenido en estos años".
"Ha sido el Gobierno el que está normalmente en una campaña de detrimento del Congreso, y eso ha sido con la Cámara y el Senado, no solo con una Corporación. Así que no me cabe duda que seguramente va a seguir así, cada día que pasa es mayor producto de un Gobierno que está al nivel de mucha debilidad, de falta de apoyo y que cada vez que tiene problemas le echa la culpa de los problemas al Congreso. Así que seguramente los problemas van a subsistir o podrán incluso complicarse más. El ideal es que no", destacó.
Mientras que si bien en La Moneda asumen que la relación política con la timonel de la Cámara Alta no fue buena, estiman que una nueva mesa podría no modificar sustancialmente el tenso clima político que se ha creado este último año. Las mismas fuentes en el Ejecutivo señalan que la relación institucional con Adriana Muñoz no ha sido del todo mala y que ella ha participado en las instancias en que se le ha requerido como presidenta del Senado.
