El Mercurio (referencial)
Esta semana comenzó noticiosa para el mundo académico del norte de Chile: el consejo de la Corfo adjudicó el Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) —proyectado como el mayor centro de investigación y desarrollo que se emplazará en Antofagasta— al consorcio Associated Universities Inc (AUI), conformado por nueve universidades estadounidenses, entre ellas Harvard, Columbia, Yale y el MIT.
Associated Universities Inc. es el nombre del consorcio que se adjudicó la concesión del Instituto de Tecnologías Limpias en Antofagasta
"AUI da confianza respecto al dominio de estas tecnologías que queremos atraer e implementar en nuestro país", aseguró el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas. El consorcio considera la participación en su directorio de universidades de la macrozona norte y de tres representantes del sector privado. La idea de proyecto es "convertir Antofagasta y Chile en un verdadero laboratorio para probar las tecnologías de punta para proyectos de energía y minería sustentable".
"Nuestras universidades e institutos locales tendrán la posibilidad de potenciar sus investigaciones de la mano de la AUI, que reúne a las mejores universidades estadounidenses, y ampliar las oportunidades de desarrollo e innovación en materias que son claves para avanzar hacia el futuro que queremos", añadió Terrazas. El gobierno citó entre las credenciales de la AUI 74 años de trayectoria y cuatro Premios Nobel derivados de sus investigaciones.
Pero dichos antecedentes no han sido suficientes para convencer a los actores de la zona, que no han dejado de expresar su molestia desde que se conociera la noticia: investigadores, parlamentarios y autoridades académicas se han mostrado desilusionadas por la decisión del Estado y piden que se reconsidere el plan para el centro.
Los actores en contra
"Una gran decepción ha significado para las universidades de la Región de Antofagasta la adjudicación del Instituto de Tecnologías Limpias a un consorcio extranjeros", comunicaron este martes los rectores de las universidades de Antofagasta y Católica del Norte a través de una declaración compartida en redes sociales. Ambas destacaron en ellas mismas su "amplia trayectoria, calidad, identificación y conocimiento del territorio" y consideraron que la decisión de la Corfo "representa un golpe al desarrollo científico y tecnológico del país y de la región".
"Creemos que la adjudicación del proyecto a un consorcio extranjero deja en un segundo plano a las universidades chilenas —las instituciones generadoras de la mayor parte de la investigación y el conocimiento en Chile— en la carrera tecnológica por desarrollar áreas claves para el futuro, como la energía solar, la minería sustentable y materiales avanzados de litio y otros minerales, y el hidrógeno verde", exponen.
"Representa un golpe al desarrollo científico y tecnológico del país y de la región"
Ues de Antofagasta y Católica del Norte
A juicio de las autoridades académicas, "desplazar fuera de nuestras fronteras el protagonismo en estos temas es un error estratégico que tendría un grave costo para los planes de encaminar a nuestro país en la senda del desarrollo sostenible y el mejoramiento de la calidad de vida de los chilenos".
A ello se suman las críticas de senadores de la zona, como Alejandro Guillier, quien consideró que la resolución es "una vergüenza", o Pedro Araya, que acusó al Ejecutivo de no ser "capaz de valorar la inteligencia y el talento local que hay en nuestra región y país".
También se manifestó en contra la investigadora Cristina Dorador, quien destacó que en la zona se han vivido "siglos de extractivismo" y que "la mayor inversión de I+D de Latinoamérica debiese transformar a nuestra región de Antofagasta, generando conocimiento y capacidades desde los territorios".
