EMOLTV

Entre socialdemócrata, liberal demócrata y socialcristiano: ¿Se viene una primaria "ideológica" en Chile Vamos?

Mientras se da una "efervescencia intelectual" en el sector, los candidatos se han autodefinido en lógicas que tradicionalmente no son de derecha.

10 de Enero de 2021 | 08:37 | Por Consuelo Ferrer, Emol
imagen
En la pista presidencial que transitan las figuras de centroderecha, estos últimos han sido meses de poner en palabras conceptos que, para el sector chileno, parecen nuevos. Lo hizo en agosto el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, antes de definir oficialmente sus intenciones por llegar a la papeleta, cuando se autodefinió como "socialdemócrata". "Chile necesita un gobierno de centro, que incorpore muchos conceptos de la socialdemocracia", dijo.

"Yo no soy socialdemócrata, tengo una diferencia fundamental en eso", aseguró esta semana el ex ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel. "Con la calidad del Estado que tenemos en Chile, ser socialdemócrata es de una complejidad gigante. Esto no significa que no crea que el Estado tiene un rol preponderante, pero que sea el ejecutor de las políticas no. Por eso me siento un liberal demócrata y no un socialdemócrata", dijo a radio Universo el recién renunciado presidente de BancoEstado.

"Yo soy un gallo de derecha no más, o de centroderecha", afirmó por su parte el ex diputado y ex titular de Defensa, Mario Desbordes, en Agricultura, aunque después precisó que se sentía "cómodo" con la "doctrina socialcristiana" y propuso como modelo imaginario para la centroderecha chilena al partido de la CDU alemana, impulsando una "mirada social cristiana" basada en una "economía social de mercado".

La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, también se posicionó. "En Alemania me defino más como Merkel, en España como del Partido Popular y en Francia como Macron", respondió en Infinita. "Las visiones se complementan y pueden trabajar juntas, pero distinto es catalogarse uno mismo como socialdemócrata. Eso es básicamente ser del PPD", añadió.

No han sido las únicas declaraciones en términos definitorios en torno a estas cuatro figuras que han declarado su interés por llegar a La Moneda. Este jueves Lavín declaró que no quiere "hacer un tercer gobierno de derecha" y que el suyo no sería "en ningún caso" de continuidad. En la misma jornada, María José Hoffmann describió a Sichel como alguien que "no es un hombre de derecha".

"Es posible que sea esta una elección ideológica", advirtió esta semana en EmolTV el director del CEP, Leonidas Montes. "También puede que haya alguna correlación entre por qué en la centroizquierda no haya candidatos sólidos, como uno hubiera esperado que debió haber sucedido: no se renovaron los cuadros, se mantuvieron demasiado cómodos, renegaron sobre su propio pasado. Hay muchas explicaciones al respecto, pero lo cierto es que a futuro se ve una elección mucho más polarizada".

La "vitalidad" de la centroderecha


En octubre del año pasado, un par de semanas antes del Plebiscito, Montes aseguró que la derecha estaba viviendo "una efervescencia intelectual que hace tiempo no tenía". "Durante un largo tiempo nos quedamos cegados en una sola forma de ver el liberalismo, más vinculado a la economía que a la filosofía política", explicó a El Mercurio. Esta semana, el filósofo retomó la idea en EmolTV y refrendó que "lo que hemos visto en la derecha es algo bastante inusual en el sector".

"Generalmente el apego intelectual de la derecha y centroderecha al mundo de las ideas, a la filosofía política en particular, es bastante lejano. Vivimos una época de sequía donde, por una serie de razones, la centroderecha era bastante inactiva intelectualmente. Lo que hemos visto últimamente es una especie de mayor inquietud y mayor fervor intelectual respecto a las ideas en varios sectores de la derecha, ya sean liberales, conservadores, etcétera. Eso es muy positivo", dijo. Por eso, Montes cree que "es posible que esta sea una elección ideológica".

"Matices más, matices menos, lo que dice Leonidas tiene razón", comenta desde el Instituto de Estudios de la Sociedad (IES) su director Claudio Alvarado. "Dentro del mundo de actores públicos —sean liderazgos, miembros que participan activamente en la opinión pública, integrantes de estudios o candidatos jóvenes a la constituyente— efectivamente hay una cierta efervescencia, o en cualquier caso mayor debate intelectual en comparación con lo que estábamos acostumbrados", dice.

A su juicio, lo que advierte es una "vitalidad". "Hay muchos centros de estudios y publicaciones de libros. Uno después puede distinguir cuál es más riguroso, más contundente o más robusto, pero me parece que hay una actividad importante y permanente que efectivamente tiene el protagonismo del mundo no directamente político, pero esa opinión pública que discute y participa de los debates también influye y repercute en los actores políticos", dice a Emol.

Aun así, le parece que la traducción a la presidencial no es tan directa. "Lo que es claro hasta ahora en los candidatos presidenciales que están mejor posicionados dentro del mundo de la centroderecha es que hay un factor común: una especie de sensibilidad compartida de que se requiere un planteamiento socioeconómico diferente a lo que ha predominado en las últimas décadas", plantea, pero advierte: "Hay una intuición de que hay que orientarse de modo diferente, pero yo no observo una efervescencia intelectual ni un diagnóstico demasiado acabado".

Una "orientación diferente"


"No sabemos qué quiere decir Joaquín Lavín cuando se define como socialdemócrata, no conocemos a cabalidad la cohesión social de la que habla Sichel, tampoco tenemos total claridad de a qué se refiere Mario Desbordes con el hecho de tener a la vista una perspectiva más socialcristiana, aunque quizás en ese caso es un grado más concreto por poner como horizonte la experiencia alemana, a la cual también se ha referido Evelyn Matthei", expone Alvarado.

"Les falta aterrizar", asegura. "Pero lo que es claro es que en todos ellos asoma una inquietud compartida por el hecho de que, si la centroderecha o el oficialismo vuelve a estar en La Moneda, se requiere una orientación diferente a la que estábamos acostumbrados en ese sector político, más allá de los diferentes términos que utilicen", dice.

"La gran interrogante que surge es si estamos en presencia de lo que podría convertirse en una propuesta robusta de reformismo decidido desde la centroderecha, o más bien una actitud puramente pragmática que no tiene consistencia ni hilo conductor"

Claudio Alvarado, IES
El objetivo ahora es, define, "precisar qué se quiere decir y qué significan estos grandes eslóganes y cuñas". "El desafío de cualquiera que sea el candidato de Chile Vamos es tener efectivamente una óptica reformista, un énfasis diferente en materia socioeconómica, pero que al mismo tiempo sea capaz de tener una identidad clara", comenta. Lo asocia a Lavín: "La gran interrogante que surge es si estamos en presencia de lo que podría convertirse en una propuesta robusta de reformismo decidido desde la centroderecha, o más bien una actitud puramente pragmática que no tiene consistencia ni hilo conductor".

También muestra cierto escepticismo el decano de la Facultad de Gobierno de la U. Central, Marco Moreno. "Esto de defender las ideas de la derecha es un poco del paper del centro de pensamiento, que se puede plantear, pero en la práctica no veo a los candidatos arropándose mucho con un discurso ideológico", opina a Emol. "No veo que las elecciones vayan a tener un componente ideológico marcado porque, siendo importante la ideología, creo que va a preponderar la coyuntura".

"El pragmatismo histórico de la derecha hace pensar que, en realidad, el escenario presidencial va a estar muy alineado con las tendencias que señalan las encuestas y los temas que se propongan por parte de la ciudadanía. Los candidatos se ven enfrentados a los resultados que van teniendo día a día en el curso de la elección. La campaña va a tener que ver más con cómo se ajustan a las expectativas y demandas que están planteadas por la ciudadanía, aunque por supuesto que los centros de estudio y los teóricos van a querer una disputa de ideas", cierra.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?