"El fenómeno ha ido cambiando, basta ver la conformación de las personas extranjeras que están entrando a nuestro país o los flujos incluso en la capital. Muchas de estas personas no tienen Arica como mira, sino que viene siendo la puerta de entrada al resto de Chile", dijo a Emol el recién asumido fiscal regional de Arica, Mario Carrera, al abordar uno de delitos que cada vez toma mayor relevancia en la zona: el tráfico de migrantes.
Ayer la fiscalía regional formalizó el primer caso del año en el extremo norte. Se trata de un sujeto que, de acuerdo a lo establecido junto a la Brigada de Trata de Personas de la PDI, coordinó el ingreso clandestino de ocho personas de nacionalidad boliviana, dos de ellas de 1 y 3 años.
El grupo habría tomado contacto con el imputado en la localidad de Patacamaya, en Bolivia, acordando el pago de 150 pesos bolivianos por persona - poco menos de $20 mil-. Luego llegaron ilegalmente al país por el sector de Chungará. El indagado, en tanto, lo hizo de manera regular por el complejo fronterizo del mismo sector.
Ya en dicho lugar los recogió y escondió en un contenedor que trasladó con un camión. Las condiciones al interior de este, relataron los extranjeros, fueron complejas.
"Las víctimas relatan que el viaje al interior del contenedor se extendió por varias horas y en condiciones de encierro y frío. Sin duda se trata de hechos de gravedad y se están realizando diversas diligencias investigativas que permitan reunir la mayar cantidad de antecedentes", señaló el regional.
Lo ocurrido no es nuevo. El año pasado la fiscalía registró 45 casos, cifra mayor a los 38 de 2019 y los 26 de 2018. Los del último año implicaron 278 víctimas -66 de ellas menores de edad-, 30 imputados, cuya gran mayoría (27) se encuentran en prisión preventiva.
Nuevas herramientas
Considerando dicha situación, acotó el regional, las nuevas herramientas que entrarán al combate de los delitos asociados a las fronteras implicarían una mejora, aunque dependiendo "de cómo se implementen".
Esta semana el Tribunal Constitucional (TC) acogió parcialmente el requerimiento en contra del proyecto de Migraciones del Gobierno, y consideró contrario a la Constitución seis de los 14 artículos impugnados, entre ellos el retorno asistido de menores, privar de libertad por más de 48 horas y ser expulsado del país por obtener la libertad condicional.
En contra parte, se reconocieron las facultades del Ejecutivo para decidir quién entrar. Ahora solo queda la realización de un trámite administrativo en el Congreso para que la iniciativa se promulgue.
"La función respecto cada delito tiene un impacto en el resto de Chile si no lo trabajamos con fuerza. La droga que entra por nuestra región tampoco tiene como destino final Arica y en ese sentido funcionamos muchas veces como ciudad de paso, pero la labor nuestra es servir de muro de contención de todos estos delitos transnacionales".
Fiscal Mario Carrera.
A este se suma el decreto que hace unos días firmó el Presidente de la República, Sebastián Piñera, y que permite a los funcionarios de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) dar apoyo en el control de la migración ilegal por pasos no habilitados en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.
"El ideal nunca es poner en estas funciones a militares porque ellos tienen un rol distinto, una formación doctrinaria diferente. Sin embargo, su sola presencia disuade a estos grupos de realizar estas labores delictivas (…) esto no es que se entregue a una rama en particular, sino que hay un trabajo conjunto con Carabineros, PDI", manifestó.
Y continuó:"Si eso se hace e implementa de buena manera claro que va a ser útil, pero no podemos perder la perspectiva de que quienes están mejor preparados para luchar contra la criminalidad van a ser nuestros funcionarios de la PDI y Carabineros, pero no cabe duda que la presencia del Ejército, con su tecnología, con el mayor número de funcionarios puede ser útil en la medida que se haga correctamente”.
"Arica viene siendo la puerta de entrada"
La zona no es desconocida para el fiscal que desde este lunes comenzó a ocupar el mayor cargo regional. Entre 2010 y 2017 ejerció como persecutor adjunto de la región, periodo durante el cual fue fiscal jefe en Putre. En ese entonces ya se veía la relevancia que tomaría el tráfico de migrantes.
"Fue un fenómeno que empezó en la época que aún estaba en esta fiscalía. Evidentemente ha ido aumentado por diversos factores, sobre todo por los problemas en Venezuela. Como realidad no es para nada desconocida y es una realidad que hay que seguir atacando con fuerza", afirmó.
Y agregó: "El fenómeno ha ido cambiando, basta ver la conformación de las personas extranjeras que están entrando a nuestro país o los flujos incluso en la capital. Muchas de estas personas no tienen Arica como mira, sino que viene siendo la puerta de entrada al resto de Chile. Entonces por eso se da que en esta zona y también en Colchane hay un flujo constante que no tiene como destino Arica e Iquique sino que la idea es ir más al sur".
Por ello, calificó de importante que "mantengamos cierto control de la frontera y también por los otros delitos asociados", como tráfico de drogas, contrabando y caza furtiva de especies protegidas: "La función respecto cada delito tiene un impacto en el resto de Chile si no lo trabajamos con fuerza. La droga que entra por nuestra región tampoco tiene como destino final Arica y en ese sentido funcionamos muchas veces como ciudad de paso, pero la labor nuestra es servir de muro de contención de todos estos delitos transnacionales".
45Casos de tráfico de migrantes hubo en 2020.
Ya abordando el panorama general, mencionó como una de sus prioridades el análisis tecnológico al interior de la fiscalía, ya que "se está respondiendo al turno en flagrancia de la misma forma que se hacía 18 años. No ha habido ahí alguna ingeniería o alguna implementación de elementos tecnológicos y eso en algunas regiones ya se está haciendo".
A ello se suma el reforzar las relaciones laborales internas y que estas "se manejen adecuadamente": "Quiero que no solamente sea un servicio de puertas abiertas hacia el exterior, sino que internamente. Que los funcionarios se sientan partícipes en el proyecto que significa trabajar en el Ministerio Público. Y en la medida que ellos se sientan más partícipes podemos renovar esta función pública".
