Convertida en cenizas y escombros amaneció esta mañana la Municipalidad de Panguipulli, luego del ataque incendiario ocurrido durante esta madrugada, tras la muerte del joven malabarista tras el disparo percutado por un carabinero. La situación ha generado un rechazo transversal en las autoridades locales y del Gobierno central, destacando la pérdida y la extrañeza del atentado contra el edificio patrimonial.
Así lo graficó el alcalde,
Rodrigo Valdivia (PS) quien junto con lamentar lo sucedido, acusó desamparo por parte de Carabineros al edificio que calificó como "
la casa de todos (...) aquí se fundó Panguipulli, un edificio patrimonial muy querido por todos", destacó.
La comuna de Panguipulli cuenta con una población de 34.539 habitantes, según datos del Censo 2017, y con una proyección hacia el 2020 de 35.991 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). De ellos, la edad predominante está entre 45 a 64 años, con 8.774 personas, mientra que la proyección del INE eleva este rango a 9.398 habitantes en 2020. El organismo también estima que índice de adultos mayores -relación entre la población de adultos mayores y la población infantil- es de 69,62% hasta el año pasado.
Precisamente, las características de la zona y la cercanía que existe con el municipio, hizo que el jefe comunal calificara como "extraño" que "vecinos que quieren tanto a su municipalidad hayan atentado contra este bien, pero eso se explica solamente ante la impotencia de un despojo que hace carabineros con respecto a su falta de procedimiento y desencadena finalmente la muerte de Francisco".
Según indicadores recogidos por la Biblioteca del Congreso Nacional, y con datos del SII, hacia 2018 existían 1.689 micro empresas en la comuna, siendo éstas las predominantes. Luego la cifra desciende a 290 pequeñas; 28 medianas y 10 grandes. En tanto, según la Casen 2017, la tasa de pobreza por ingresos llega al 14,7%, mientras que la pobreza multidimensional llega a la tasa de 32,58%.
"Normalmente los vecinos de Panguipulli no tienen la capacidad emocional de atentar contra la municipalidad, porque nuestra municipalidad es muy cercana, muy querida, y ha estado en las buenas, pero sobre todo en las malas con todos los vecinos".
Rodrigo Valdivia, alcalde de Panguipulli
Además, en materia de seguridad, la comuna
había logrado paulatinamente una tendencia a la baja en cuanto a la tasa de denuncias -cada 100 mil habitantes-
por delitos de mayor connotación social. Según datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito, en 2007 se reportaron 1.601,5; en 2018 fueron 1.521,1; y, en 2019 la tasa llegó a 1.466,2.
"Normalmente los vecinos de Panguipulli no tienen la capacidad emocional de atentar contra la municipalidad, porque nuestra municipalidad es muy cercana, muy querida, y ha estado en las buenas, pero sobre todo en las malas con todos los vecinos", decía esta mañana el alcalde Valdivia.
Esto último, está conectado con la realidad territorial de la comuna que, a diciembre de 2018, arroja un 59% de la población vive en hogares carentes de servicios básicos -según el Registro Social de Hogares-, y un 14,6% son contabilizados como hogares hacinados. En tanto, ese mismo año, el municipio obtuvo ingresos totales percibidos sobre los 18 millones de pesos, según los datos extraídos del Sistema Nacional de Información Municipal (Sinim) y la Subdere.
Aunque por ahora no existe un catastro oficial de los daños, el alcalde aseguró que resultaron destruidas "dos dependencias municipales propias, y otra compartida con otros servicios públicos del Estado, y una casona que teníamos arrendada en la localidad de Liquiñe, que era la casona del pueblo, donde habían muchas prestaciones del servicio municipal".
Por su parte, el intendente regional, César Asenjo, detalló a Emol las características de la zona donde estaba el edificio, destacando que "la Municipalidad era un sitio sin cierres perimetrales, se tenía acceso por las dos calles principales", dando cuenta así de la forma en que el inmueble se instalaba como un espacio abierto a la comunidad. Esto mismo, lo llevó a considerar que "hubo una organización de los manifestantes para poder destruir el edificio público".
Los daños a los inmuebles también fueron condenados por el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, quien al término del comité político de emergencia dijo que "Así como lamentamos la pérdida de una vida humana, también como Gobierno lamentamos que infraestructura pública de gran valor para comunidad, oficinas públicas relacionadas al municipio (...) lamentar y condenar la violencia con la cual se quemó infraestructura que es muy importante para la comunidad, para los vecinos que atiende a mucha gente, que se preocupa en ese mismo establecimiento de la gente más vulnerable, tal vez, de a comuna de Panguipulli".
Además, sostuvo que "los primeros antecedentes que tenemos por la quema de instalaciones municipales, es que se habría utilizado acelerante", lo que calificó como la prueba de un hecho "premeditado, articulado".
Con todo, y pese a que al menos 10 edificios públicos resultaron con daños - Juzgado de Policía Local, Registro Civil, oficinas municipales de Derechos Humanos, Correos de Chile, Essal, la oficina de Chile Atiende- las autoridades han asegurado que el proceso de vacunación se desarrollará normalmente en la comuna.
