No son días fáciles para
Revolución Democrática. El partido del Frente Amplio sufrió la fuga de cerca de 10 mil personas que renunciaron a su militancia, la salida de los diputados
Natalia Castillo y Pablo Vidal, críticas a las gestiones de Catalina Pérez y Giorgio Jackson y la polémica por los dichos de la presidenta de
"¿cómo quieren que no lo quememos todo?" tras la muerte de joven en Panguipulli.
Ante esto,
Juan Ignacio Latorre, único senador del partido, señaló a El Mercurio de Valparaíso que "nosotros sabíamos que Revolución Democrática es un partido instrumental que inscribió muchísimas firmas en muy poco tiempo, cuando levantamos la candidatura de Beatriz Sánchez en las primarias legales del 2017. Ahí fuimos el partido paraguas para el Frente Amplio y mucha gente se inscribió en el partido con ese propósito".
Asimismo, planteó que "luego del estallido social, con el descrédito de los partidos políticos mucha gente también quiso dejar de militar, y eso es entendible. Luego, obviamente, hemos tenido una crisis interna con definiciones que ha ido tomando el partido que han generado controversia. Por ejemplo, la política de alianzas respecto al pacto constituyente, eso motivó la renuncia de dos diputados y también se fue un grupo del partido, que tal vez no se sentía cómodo con ese tipo de decisiones. Ellos, tal vez, querían un pacto con la ex Concertación".
En su opinión, RD es una tienda "que tiene que mejorar sus mecanismos internos de participación, de democracia interna, para resolver sus conflictos".
Por su parte, Leonardo Rissetti, secretario general del partido, señala en El Mercurio que "no han sido años sencillos para la política y nuestro partido no ha estado exento de legítimas diferencias internas".
Por lo mismo, aclara que "hoy estamos convocando independientes, creciendo en comunas que la política había abandonado, respaldando organizaciones sociales y dando la pelea en alcaldías emblemáticas". Y agrega: "Por supuesto que hay cosas que como directiva pudimos haber hecho mejor en estos dos años, pero todos los sectores del partido tenemos claro que el desafío es transformar Chile, lo que requiere poner por delante lo colectivo".
Distinta opinión tiene Janna Sakalha, presidente regional de Valparaíso de RD, quien considera que "lo que se está instalando no es más que una crisis ficticia de RD. En la Región de Valparaíso, en el tiempo que llevamos como directiva nacional trabajando, antes del estallido y post estallido, RD ha crecido, hemos abierto el provincial de Quillota, hemos abierto un provincial en La Ligua, tenemos candidaturas en ambos sectores, entonces la unidad partidaria que existe en la región cada día está más fuerte".
Los polémicos dichos de Pérez
"¿Cómo quieren que no lo quememos todo?". Ese fue el mensaje que la presidenta del partido,
Catalina Pérez, publicó en sus redes sociales a raíz de la muerte del joven en Panguipulli, quien recibió un disparo de Carabineros.
Esto provocó una ola de críticas de parlamentarios y del Gobierno. En su partido, Latorre comenta que "es suficiente con lo que ella misma ha manifestado, en que tal vez
no era necesario hacer esa publicación en Instagram, porque desviaba el foco de atención de lo que es de verdad urgente y necesario, que es cómo detenemos las violaciones a los derechos humanos, las muertes de ciudadanos jóvenes en Chile con alguna participación directa o indirecta con responsabilidad de Carabineros de Chile; la necesaria reforma estructural, una refundación integral, y los dichos recientes del alto mando de Carabineros, que se niega a una refundación y que critican a una ministra de Estado".
Agrega que "yo creo que eso
es mucho más grave que esa publicación en Instagram de Catalina Pérez, que como ella ha dicho, lo perjudicial es que se desvía el foco de atención de lo realmente relevante".
Sakalha considera que "lo que hace ella es hablar desde las vísceras, desde la indignación. No cerrar los ojos ni mirar para el lado hace que algunas veces tú tengas que hablar desde esa emoción que indigna. Hoy día tenemos a una policía absolutamente militarizada, una policía que está en una persecución permanente de la sociedad civil, con un gobierno que avala aquello, entonces la indignación es obvia.
Catalina no hace más que hablar como una ciudadana de a pie, y querer tapar el sol con un dedo es acumular 30 años de ira nuevamente, y eso no puede volver a pasar. Urge construir una nueva policía".
Críticas al rol de Pérez y Jackson
En El Mercurio algunas fuentes internas del partido apuntan sus dardos por esta crisis a la presidenta Catalina Pérez y al diputado Giorgio Jackson.
De acuerdo a la publicación, "a Pérez se le acusa principalmente de haber llevado al partido hacia la izquierda más radical, lo que sería contrario a las bases fundacionales de RD. Esto, según varios militantes, se debe al espacio que ella les ha dado a grupos con agendas de tintes revolucionarios, como la UNE y Despierta".
La citada nota añade que a Pérez "se le responsabiliza por la 'incompetencia política' al momento de generar acuerdos con el resto de la oposición, sobre todo tras las fallidas negociaciones con Unidad Constituyente para realizar primarias legales de cara a las elecciones municipales y de gobernadores regionales. 'Nuestro partido nace para ser una bisagra entre la extrema izquierda y la izquierda más moderada. Hoy estamos lejos de eso', señala un consejero político. De hecho, desde otras colectividades también lo afirman: 'Cuesta confiar en Catalina, a unos les dice A y a otros B'".
Mientras que a Jackson, "lo responsabilizan de haber influenciado las elecciones de 2019, logrando que la lista de Catalina Pérez llegase al poder. 'El día antes de las votaciones envió un video que desordenó todo', aseguran varios militantes. En ese sentido, señalan que el diputado habría posicionado a Pérez para seguir controlando al partido desde arriba, cosa que se le ha escapado de las manos en el último tiempo. También, lo culpan de no influir ni tomar posiciones claras frente a la crisis que están viviendo. 'Tiene la cabeza ocupada en sus proyectos futuros', dicen cercanos al diputado".
La publicación cierra con que "sobre todo, lo acusan de promover un doble discurso, al decir que RD significaba 'renovación', cuando, en los hechos, existen las mismas prácticas políticas de siempre. Es más, varios aseguran que su grupo de amigos, los 'jureles', son quienes controlan gran parte del partido".
