Intensos días de recrudecimiento de la violencia ha tenido la comuna de Tirúa, en la
región del Biobío. Los últimos hechos se concentraron el martes en la localidad de Quidico, donde cuatro casas resultaron quemadas y un retén de Carabineros fue atacado con arsenal de guerra, mientras había cuatro funcionarios en su interior.
El subsecretario del Interior,
Juan Francisco Galli, salió ayer a condenar estos hechos, planteando que lo ocurrido "es de la mayor gravedad", y advirtió que "ninguna violencia va a inhibir que la justicia actúe". Además, planteó que "estas personas claramente lo que pretenden es causar temor en la población de Quidico y Tirúa, de poder llevar adelante una vida tranquila".
Ayer, surgieron nuevo antecedentes que señalan que los ataques armados que se han registrado, tendrían como objetivo "expulsar" a las familias más antiguas que viven en la caleta, con el fin de "conseguir el control de la zona" y "establecer un bastión al que nadie ingrese", según versiones de vecinos de la zona a El Mercurio. Los grupos, dijeron, estarían formados por organizaciones de resistencia territorial (ORT) descolgadas de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y por bandas de narcotraficantes.
Quidico, la caleta que "hace una década, fue apetecida por turistas"
Quidico es una localidad costera de 114,2 kilómetros, que según datos del Censo 2017, tiene 1.189 habitantes, de ellos, 1.017 se encuentran en la zona urbana y 832 en la zona rural. Para ese entonces, se contabilizaban 815 viviendas en total; 508 urbanas y 307 rurales.
Desde la municipalidad de Tirúa describen a Quidico como "una caleta de pescadores tradicional de la zona. Hace una década atrás, fue un sector turístico muy apetecido por la gente de Cañete y otras zonas". Su playa está ubicada a 191 kilómetros al suroeste de Concepción, extensa -aunque no apta para el baño-, es una zona ideal para hacer caminatas. Incluso, en algún momento se practicó el windsurf y pesca deportiva.
815viviendas tiene Quidico según el Censo de 2017. Al menos 56 han resultado quemadas
La pesca y los locales de ventas de mariscos son la principal actividad económica en Quidico, que en sus mejores tiempos concentraba la venta de machas, aunque esto fue decayendo debido a la ya conocida sobreexplotación del recurso. Hay, además, gran cantidad de casas de veraneo, que las personas disponen para el arriendo a turistas, sin embargo, la percepción del municipio es que ya desde hace un par de años, éstos han disminuido.
"Muchos de los que arriendan hoy día son básicamente funcionarios de salud, de la municipalidad, en el fondo, personas que están todo el año", relata a Emol un funcionario municipal.
Piden "medidas extraordinarias" para la zona
La sensación que predomina en la zona es que el poco interés turístico es un efecto acarreado de la violencia en la zona, que ha dejado casi 60 cabañas quemadas en los últimos dos años, todas habitualmente sin residentes.
De hecho, la Municipalidad de Tirúa, emitió una declaración pública tras los hechos registrados el martes, donde aborda el largo itinerario de áreas donde han visto incrementada la violencia: "como la quema de recintos educacionales que atienden principalmente a niños y niñas, que ven vulnerado su derecho a la educación. Familias que han visto sus viviendas destruidas por el fuego de antisociales, que sólo buscan dañar a la comunidad".
A los descargos agregan: "el corte de rutas sin sentido y de manera antojadiza, por desconocidos que ocultan su rostro y que no responden a ninguna demanda legítima. Noches de violencia con uso de armamento de alto calibre y que buscan mantener atemorizada a parte de la comunidad, entre muchos otros casos particulares, de hecho, delictuales y violentos".
"Esa es una de las quejas constantes de las autoridades locales y vecinos, que no hay un efecto real de las medidas que se han adoptado", indican fuentes al interior del municipio. En la misma declaración, critican que la política de efectivos policiales, con el aumento de "tanquetas patrulleras, de fuerzas especiales, drones y aviones especiales, que llegan a la zona", no ha tenido "ningún resultado, porque al momento de ser requeridos por la comunidad, están concentrados en otros intereses".
De hecho, el Gobernador de la Provincia de Arauco, Óscar Muñoz, planteó que debido a los actos de "extrema violencia" que se han desarrollado en Quidico y que se han aumentado desde principios de año, "se requieren medidas extraordinarias y un plan especial para dicha localidad".
"No nos amedrentarán, el Estado de Derecho se va a imponer, y estamos tomando todas las medidas, desde la perspectiva de la organización, estrategia, y reforzamiento policial para la seguridad de las personas".
Pablo Urquízar, coordinador Macrozona Sur
Ayer, el coordinador nacional de la Unidad de Coordinación de la Macrozona Sur,
Pablo Urquízar, llegó hasta la zona para reunirse con el personal del Cesfam, quienes el martes fueron agredidos por cercanos a una mujer que participaba de los actos delictivos. Tras los hechos, los funcionarios decidieron iniciar una paralización indefinida, atendiendo sólo "urgencias vitales". El itinerario contempló visitar Quidico y al personal del retén de la zona.
"Como Gobierno, nos encontramos en Tirúa y Quidico, con el objetivo de rechazar la violencia de los últimos días y tomar las medidas pertinentes para darle la seguridad a los habitantes de la comuna, al personal de salud y Carabineros de Chile", dijo durante la tarde el coordinador.
Agregó que "no nos amedrentarán, el Estado de Derecho se va a imponer, y estamos tomando todas las medidas, desde la perspectiva de la organización, estrategia, y reforzamiento policial para la seguridad de las personas", sostuvo.