Los trabajos en la calle Lincoln, frente a la casa del antipoeta, comenzaron esta semana.
El Mercurio
SANTIAGO.- El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) solicitó a la Municipalidad de El Tabo hacer "una pausa" en las obras de pavimentación que se están realizando en la Avenida Lincoln del pueblo de Las Cruces, donde está ubicada la casa y la tumba de Nicanor Parra.
El proyecto de pavimentación de las calzadas y veredas del Barrio Vaticano –donde además se emplaza el Monumento Histórico Casa Labbé, y es zona típica desde 2015– fue autorizado por el Consejo de Monumentos Nacionales en 2016, debido a los "problemas de escurrimientos de aguas lluvias y situaciones de polución en otras estaciones", señalan desde la entidad.
Varias de las calles del barrio ya están pavimentadas, pero la polémica surgió esta semana, cuando comenzaron los trabajos en la calle Lincoln. Familiares del antipoeta, la Fundación Parra y residentes denunciaron daños en la casa del antipoeta provocados por una retroexcavadora y exigieron detener las obras. Afirman que dos árboles fueron derribados frente a su tumba y que debido a las excavaciones hay "riesgo de deslizamiento en su lugar de descanso". "Han provocado derrumbes, roto una cerca de madera y hay un cerro de tierra apilada en el cierre de la tumba", comentó a "El Mercurio" Cristóbal Ugarte, nieto de Parra.
El Consejo de Monumentos Nacionales informó que tras recibir una denuncia, realizaron ayer una visita en terreno, a cargo de profesionales de la oficina técnica de la Región de Valparaíso. Además, solicitaron, mediante oficio, al alcalde de El Tabo, Alfonso Muñoz, una reunión junto a la empresa encargada de las obras, "a fin de revisar en profundidad las medidas de resguardo, mitigación, reparación y protección de los bienes y atributos del área protegida".
"De momento, pedimos tenga a bien disponer se realice una pausa en la ejecución de las obras en la Av. Lincoln, entre calle Pedro Ilich y el comienzo de la calle Frank Edmans, de mayor vulnerabilidad, para analizar lo observado e informado sobre este tramo en particular", señala el oficio.
Desde el Consejo de Monumentos explican que "la autorización del proyecto se fundamentó en que soluciona el problema de erosión de los suelos por el escurrimiento de las aguas, guiándolas hacia un nuevo sistema de drenaje".
También detallan que la iniciativa contempla hormigón para el piso de la calzada, mientras para las veredas "se pavimenta 1,2 metros con baldosas de hormigón aburbujada color gris, manteniendo el resto de la vereda el maicillo y vegetación natural existente en la zona a fin de mantener el carácter ambiental del sector protegido". "El proyecto autorizado no contempla el retiro de árboles", subrayan.