"La mejor descripción posible es la de un muy agudo, muy grave deterioro institucional", aseguró este miércoles el director del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Claudio Alvarado. "Cuando llegamos a este tipo de instancias en las cuales el Congreso y el Ejecutivo están integrados a tal nivel y se espera que el Tribunal Constitucional ayude, en alguna dimensión y en lo que le corresponde, a solucionar esta pugna, y el TC, al menos a partir de la declaración de uno de sus ministros, pareciera renunciar a su función y ser un órgano político más, la verdad es que solo se confirma eso: un deterioro institucional muy grave que obviamente no colabora en nada a solucionar nuestros problemas actuales".
El abogado y magíster en derecho constitucional abordó la complicadísima situación que atraviesa la esfera político-institucional chilena luego de que el TC decidiera este martes no admitir a trámite el requerimiento presentado por el Presidente Sebastián Piñera para frenar el proyecto de reforma constitucional impulsado por el Parlamento para permitir el tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones. Tras el veredicto, La Moneda se vio forzada a promulgar la iniciativa y a retirar la propia del Congreso.
Aunque cuestionó las declaraciones del ministro del TC,
Iván Aróstica, quien a su juicio "parece un diputado y alguien haciendo política", el investigador centró su análisis en la figura del Presidente Piñera y el impacto de esta crisis. "No hay demasiada novedad en lo que voy a decir a continuación porque es algo que distintos analistas han señalado en los últimos días, pero da la impresión de que
estamos en presencia del gobierno más débil, más debilitado, al menos desde Salvador Allende", dijo a
radio Universo.
"Incluso uno podría ir más atrás. Lo que pasa es que la situación es menos traumática, digamos: no estamos ad portas de una guerra civil o de un golpe de Estado, no se trata de un contexto de Guerra Fría. O sea, las circunstancias que rodean la debilidad del Presidente no son comparables con los años 70, pero en cuanto a la debilidad presidencial misma, es claramente brutal, ha tocado fondo y en este punto específico se compara con los momentos, insisto, de mayor fragilidad que hemos observado en la Presidencia de la República", comentó.
Para Alvarado, "lo principal para salir es que el Presidente tome consciencia —por su propio bien, el de su coalición y por el bien de Chile— de que las cosas no se pueden seguir haciendo del mismo modo". "Lo que pasó en los últimos días fue simplemente la agudización de problemas que hemos visto anteriormente y que se resumen en llegar tarde y mal a todas las coyunturas emblemáticas", acotó.
"El parlamentarismo de facto es irregular, es mezquino, pero cuando uno está tan mal a veces es mejor el cogobierno que el desgobierno, y a eso ha llegado la situación actual de Sebastián Piñera"
Claudio Alvarado
A su juicio, el Gobierno no ha podido "enfrentar bien" la "coyuntura política". "Todo debilita al Gobierno, solo agrava la crisis política y entonces la pregunta es por qué pasa esto, por qué una y otra vez se repite el mismo guión, y la respuesta, me parece a mí, tiene que ver fundamentalmente con un modo de hacer las cosas muy vinculado a la personalidad de Sebastián Piñera, a estirar el elástico hasta que se rompe, y además con la incapacidad de negociar y de compartir triunfos y derrotas con la oposición, dijo.
"Llegó la hora de que el Gobierno entienda que Chile, al menos el sistema político chileno, no resiste más esta dinámica, y entonces hay que cambiar el modo de hacer las cosas. Se requiere, en resumen, comprender que es tal la debilidad del Gobierno que, como decía Carolina Tohá en un programa radial hace algunos días atrás, el parlamentarismo de facto es irregular, es mezquino, pero cuando uno está tan mal a veces es mejor el cogobierno que el desgobierno, y a eso ha llegado la situación actual de Sebastián Piñera y es, me parece, lo que tiene que enmendar", cerró.
