La PDI fue el organismo que detectó la droga.
El Mercurio (referencial)
"El mercado de las drogas funciona realmente como un mercado y tiene nombres de marketing, de fantasía, que atraen especialmente a los más jóvenes", explicó el director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Carlos Charme. Y es que el nombre, realmente, es llamativo: la "molécula de Dios". Así se llama la nueva droga que el Sistema de Alerta Temprana del Senda detectó, gracias al trabajo de la PDI, a comienzos de marzo.
Fue un gramo del polvo blanco en la comuna de Lo Barnechea. Se trata de un alucinógeno estimulante con una estructura similar a la
dimetiltriptamina (DMT). Provoca potentes cambios visuales y auditivos, alteraciones en la percepción del tiempo y alucinaciones sensitivas, pudiendo también producir ansiedad, pánico y trastornos psicóticos como la psicosis esquizofrénica.
"Es un poderoso estimulante que puede tener graves consecuencias a la salud, como trastornos psicóticos, dificultades para respirar o un aletargamiento muy profundo. Incluso puede ocasionar la muerte", contó Charme en EmolTV. La duración de sus efectos depende de la cantidad consumida —mediante aspiración— y de las características de quien la ingiere y su uso ya había sido advertido al Senda por reportes internacionales.
La droga en sí misma tiene un elevado costo, por lo que hoy se utiliza principalmente en niveles socioeconómicos altos. "Pero cada vez se va universalizando más el consumo", advirtió el director del Senda. "La cocaína creíamos que era de la elite, pero cada vez está siendo más permanente en estudios de población general y escolar. Los colegios municipales consumen mucha más cocaína que los colegios subvencionados o particulares", expuso.
"Hay una variedad de drogas tan grande que, pese a tener alto costo inicial, después con los volúmenes que empiezan a encontrarse en el territorio —y como funcionan con lógica de mercado— van bajando los precios", explicó. Esto repercute en que son drogas consumidas con mayor frecuencia entre jóvenes. "Los alucinógenos los consumen cinco veces más los niños y adolescentes que los adultos", apuntó.
Otra preocupación que existe en torno a la "molécula de Dios" es que pase de ser una droga importada a una fabricada en territorio nacional. "Chile ha pasado a ser no solo tránsito de drogas, sino también productor de algunas. En 2019 encontramos un laboratorio en Antofagasta que producía DMT, por lo cual no es solamente que venga del extranjero sino que puede estar produciéndose en Chile", afirmó.
Todas las drogas de esa familia, aseguró, son una "ruleta rusa": "Las personas no saben lo que están consumiendo y muchas veces pueden ocasionarles la muerte instantánea", cerró. Su detección en el país fue posible gracias al Sistema de Alerta Temprana que comenzó en octubre pasado y que integra a todas las instituciones que trabajan en el combate de las drogas, su prevención y su tratamiento en términos de salud.
