Los diputados de la UDI, Cristóbal Urruticoechea y Harry Jürgensen, presentaron este miércoles un proyecto de reforma constitucional que prohíbe el uso de alteraciones gramaticales y fonéticas que a su juicio “desnaturalizan el lenguaje dentro de la enseñanza oficial reconocida por el Estado”, más conocido como lenguaje inclusivo.
Siguiendo el ejemplo de Francia, donde ya se suprimió ese tipo de expresiones, los parlamentarios gremialistas explicaron que la iniciativa impide la “subversión del lenguaje” modificando el carácter de las palabras, cambiando las letras “a”, “e”, “o” por la letra “x” o cambiar la esencia de palabras como "todos" por "todes".
Al respecto, Jürgensen indicó que "la manipulación del lenguaje está instalado en varios países y se ha vivido en tiempos anteriores, no es nada nuevo. Sin embargo, la desnaturalización fonética y gramatical obviamente
tendrá un impacto negativo en la comprensión lectora de la literatura tradicional".
"Este proyecto pretende que haya debate respecto a que el lenguaje no se utilice para ser utilizado como un arma con fines ideológicos, que el lenguaje se utilice para lo que fue creado", añadió, junto con destacar la postura que ya ha expresado la Real Academia Española sobre este tema.
En términos legislativos, la medida busca modificar el artículo 19, número 11, relativo al derecho a la libertad de enseñanza, "con el fin de establecer esta prohibición, del mismo modo en que nuestra Carta Fundamental prohíbe actualmente el proselitismo político partidista en la enseñanza reconocida oficialmente por el Estado".
Según los diputados, de aprobarse la modificación, esta "tendrá un impacto positivo en la educación nacional y promoverá el uso correcto, oportuno y adecuado del lenguaje dentro de las aulas de clase, impidiendo que las ideologías contaminen mediante el lenguaje la educación de los niños y adolescentes".
Finalmente, ambos subrayaron que "consideramos que el lenguaje inclusivo puede dañar severamente el lenguaje de los educandos. Además, consideramos que esto tiene un carácter de origen político, impulsado por una ideología perversa impulsada por el neo feminismo".